El Papa Francisco pidió hoy una mejor relación con la comida, ante los “tantos desequilibrios y patologías” pues “se come demasiado, o demasiado poco”, durante la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano.
Francisco abordó hoy en su catequesis el vicio de la gula y afirmó que es necesario poner atención “no respeto al alimento en sí, sino respeto a nuestra relación con él”.
Añadió que la relación con la comida debe ser “redescubierta y valorada, sobre todo en las sociedades supuestamente de bienestar, donde se manifiestan tantos desequilibrios y patologías. Se come demasiado, o demasiado poco y a menudo se come en soledad”.
Y advirtió de que “se extienden los trastornos alimentarios: anorexia, bulimia, obesidad…”, que “se trata de enfermedades, a menudo muy dolorosas, relacionadas sobre todo con tormentos de la psique y del alma” y “la medicina y la psicología intentan atajar la mala relación con la comida”.
Para el pontífice, “la comida es la manifestación de algo interior: la predisposición al equilibrio o a la desmesura; la capacidad de dar gracias o la arrogante pretensión de autonomía; la empatía de quien sabe compartir la comida con los necesitados, o el egoísmo de quien lo acumula todo para sí mismo”
“Dime cómo comes, y te diré qué alma posees”, sentenció.
Por otra parte, también aseguró que, “desde un punto de vista social, la gula es quizá el vicio más peligroso que está acabando con el planeta”.
“Porque el pecado de quien cede ante un trozo de pastel, después de todo, no causa gran daño, pero la voracidad con la que nos hemos desatado, desde hace unos siglos, hacia los bienes del planeta, está comprometiendo el futuro de todos”, señaló.
Y lamentó: “Nos hemos abalanzado, sobre todo, para hacernos dueños de todo, cuando todo había sido consignado a nuestra custodia”.
“Nos hemos convertido en depredadores, y ahora nos estamos dando cuenta de que esta forma de gula nos ha hecho mucho daño a nosotros y al medio ambiente en el que vivimos”, concluyó Francisco.