El Papa emérito Benedicto XVI, de 95 años, que en 2013 se convirtió en el primer pontífice en 600 años en renunciar a su cargo, está “muy enfermo”, dijo este miércoles su sucesor, Francisco, que pidió a la Iglesia que rece por él.
Al final de la audiencia general de este miércoles, 28 de diciembre, el Santo Padre pidió “a todos una oración especial”, por el Papa emérito Benedicto XVI. “Para que el Señor lo consuele, y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final”.
“Quisiera pedirles a todos una oración especial, por el Papa emérito Benedicto, que en silencio está sosteniendo a la Iglesia. Recordarlo – está muy enfermo – pidiendo al Señor que lo consuele, y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final”, esta fue la petición del Papa Francisco al final de la audiencia general de este miércoles, 28 de diciembre, al dirigirse en sus saludos a los peregrinos de lengua italiana, congregados en el Aula Pablo VI del Vaticano. Palabras, las del Papa Francisco, que dejan entrever el delicado estado de salud de su predecesor.
El Vaticano dijo más tarde en un comunicado que Benedicto sufrió un repentino “empeoramiento” de su salud en las últimas horas. También indicó que su condición está “bajo control” y que está recibiendo atención médica constante.