El inesperado avance de Javier Milei en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de Argentina (PASO) ––una mezcla de Bolsonaro y Bucaram, con un tanto de Eduardo Verástegui y Lily Téllez–, causó indignación y sorpresa en buena parte de América Latina. Y quizás del mundo.
Pero la más divertida y notable de todas esas reacciones (del sofocón presidencial mexicano, nos ocuparemos luego), fue la del diario “El Clarín”, de Buenos Aires. El texto –firmado por su editor, Ricardo Roa–, es sencillamente maravilloso:
“Nadie lo vio venir. Ni los encuestadores que se dedican a eso, ni los políticos que los contratan ni nosotros, los periodistas. Ninguno se dio cuenta de lo que estaba pasando en la sociedad. La gente nos pegó a todos.
“Un elefante pasó delante nuestro y no lo vimos.
“Milei, el candidato de ideas lunáticas que había hecho agua en 11 elecciones provinciales, se llevó las PASO juntando votos en todos los sectores, con un discurso que capta de izquierda a derecha, sobre todo jóvenes que no piensan en derecha o izquierda sino en lo opuesto a lo que hablan o les interesa a los políticos y que no los ayuda a mejorar su calidad de vida.
“¿Cómo no iba a crecer Milei si nada parecía importarles más a los partidos que las listas y las peleas por las candidaturas, con hipocresías al por mayor?
“Alejados de la gente, los políticos hacen una política que tiene mucho más de interés personal que de interés por los demás, y las elecciones previas a las PASO les estaban avisando: cada vez votan menos. Tampoco lo vieron”.
Dos frases son dignas de destacar, además de la alegoría del elefante: las encuestas y los políticos compradores, no sirven. Y la otra; la gente (el pueblo), nos pegó a todos.
Obviamente tras esas palabras se destila una crítica al inepto presidente Fernández quien (para decirlo en palabras añejas de Vicente Fox, no saca un perro de una milpa).
“¿Cómo no iba a crecer Milei si nada parecía importarles más a los partidos que las listas y las peleas por las candidaturas, con hipocresías al por mayor?
Esa es una enseñanza para nosotros especialmente en estos días en cuyo ominoso transcurso vemos el desastre de los partidos, la obsesión populista clientelar del oficialismo y la especulativa conducta de las oposiciones, dedicadas al fomento de vanidades y engorda de cuentas bancarias.
Eso se trasluce, por ejemplo, en la conducta de Dante Delgado quien a su avanzada edad aún deshoja la margarita. Debería apresurarse a venderla antes de mirar cómo se pudren sus pétalos. Pero dejemos eso por ahora y veamos la superficialidad de la reacción presidencial mexicana:
“…Sin embargo, en el caso de Argentina les ha afectado mucho la crisis económica, porque el gobierno de derecha conservador de Macri endeudó por completo al país con la complicidad del Fondo Monetario Internacional, porque le dieron dinero cuando se estaba rebasando la capacidad de pago de Argentina.
–¿Y por qué le dieron más de la cuenta?
“Porque estaban de por medio las elecciones y querían que Macri, de derecha, conservador, continuara como presidente.
“Entonces, no gana Macri, gana Alberto Fernández y queda una enorme deuda y el Fondo Monetario Internacional les dio la espalda, cuando ellos eran corresponsables de ese endeudamiento. Esto precipitó una crisis económica que, desde luego, afectó al pueblo de Argentina y produjo inflación.
“Aquí es importante recordar que, entre otras cosas, Hitler se levanta, se consolida como dirigente, después de una inflación que se padeció antes de que él llegara al poder. O sea, a él le ayuda la inflación, siendo conservador autoritario…”
Así pues, todo es culpa del pasado, en el fondo austral o en estas tierras. Fernández fracasó, pero por culpa del FMI. Pobrecito. Nadie sabe para quién trabaja.