Hasta ahora el experimento de imponer a una activista como Rosario Piedra, al frente de una institución del Estado ha sido, por decir lo menos, un desorden.
La obsesión de borrar el pasado, sin distinguir la utilidad de tal extinción o la inconveniencia de desperdiciar el trabajo profesional de tantas personas sólo por no convenir a la imposición dogmática de un criterio, no ha tenido hasta ahora resultados. Ni buenos ni malos. Es el vacío.
No son tan importantes los sainetes en áreas no sustantivas (como la Comunicación Social, por ejemplo), sino en las de mayor relevancia como la Primera Visitaduría a la cual estaba adscrita la investigación (ya terminada), del Caso Iguala, cuyas recomendaciones no solo no han sido promovidas, sino sencillamente ignoradas dentro y fuera.
José Martínez Cruz, denunció intromisiones, desde las cuales se le presionó para renunciar a la Visitaduría.
“…este conflicto –dijo en su dimisión–, toca la fibra moral del organismo, porque cualquier tipo de intervención ajena a un proyecto de autonomía y a favor de las víctimas y de la reparación del daño, representa una amenaza seria a su supervivencia a largo plazo”.
Martínez Cruz no especificó el origen de las presiones denunciadas.
Dentro y fuera de la Comisión no es un secreto la capacidad de mando de Francisco Estrada Correa, el Secretario Ejecutivo, quien ordenó la renuncia de todos quienes sirvieron en la Oficina Especial para el Caso Iguala, a lo cual Martínez se negó. Eso dice.
Como sea la CNDH pasa ahora por momentos internos de dislocamiento funcional. No es extraño, su titular no tiene experiencia administrativa.
Su “carrera” ha sido auxiliar a su madre en la búsqueda de los desaparecidos de la “Guerra Sucia” y en las campañas políticas de doña Rosario Ibarra.
Un lector interesado y conocedor, quizá como ninguno, del tema del secuestro y asesinato masivo de Iguala y Cocula –meollo del problema–, me envía este análisis cuyo contenido vale la pena.
“Las Renuncias de los Directores Generales de la 1ra. y 6ta. Visitadurías (en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos) se debieron a profundas diferencias políticas (los ex Directores son históricos radicales extremistas que querían, desde la CNDH, imponer sus ideales). De eso nada hay duda.
“En ese contexto, la FGR pidió a la CNDH un “Informe” sobre el “Caso Iguala”.
“De inmediato, la CNDH se abocó a preparar un “Informe” en los términos solicitados para que la Recomendación se ajustara a la pretendida “Verdad Alterna” y así atacar a la denominada “Verdad Histórica”.
“Sin embargo, dudo que la FGR (la Fiscalía del Caso), yendo al extremo, haya pedido específicamente la incriminación del Ejército.
“Tanto porque el propio Fiscal Omar Gómez ha declarado públicamente -como corresponde a la realidad- que no tiene elementos que incriminen a la Institución Armada, como porque sería impensable que la 4T quiera ir -sin pruebas- contra el Ejército, siendo la instancia en la que está apoyando una buena parte de sus políticas.
“En ese sentido, lo que ocurrió es que el ahora ex Director de la 1ra. Visitaduría quiso aprovechar las circunstancias para dar rienda suelta a sus ímpetus históricos contra las Fuerzas Armadas y ordenó perfilar el dichoso Informe contra el Ejército.
“En ese afán se cruzó el ambiente político adverso al interior de la CNDH y el proyecto de ese Informe quedó inacabado.
“El propio Director (renunciado) declaró a “Masiosare” y a Excélsior que el “avance” del Proyecto de Informe está perfilado contra el Ejército y contra la “Verdad Histórica”.
“Debo suponer que con la destitución del Director de la 1ra. Visitaduría (en la que, por cierto, no tuvo nada que ver el “Caso Iguala” ni la supuesta “defensa” de su personal, como lo quiso hacer creer), el Documento en cuestión no llegará formalmente a ser Proyecto.
“Eso no quita, de ninguna manera, que se elabore un “Documento a modo” de lo que requiere la 4T para imponer su “Verdad Alterna”. Todo esto confirma lo dicho: Ven en la Recomendación (de la CNDH de LRGP) el principal obstáculo para instalar su “Verdad” y por eso es imprescindible “deshacerse” de ella, al menos de los Apartados que les fastidian y no les acomodan:
“-La confirmación de que el destino final de los normalistas fue el Vertedero (consecuentemente de la propuesta de análisis genético de los 114 restos óseos); y
“-La demostración de que en el móvil de las agresiones están involucrados los lideres estudiantiles vinculados al Cártel de “Los Rojos”.