No es novela de suspenso, ni un manifiesto sobre tal o cual escándalo ecológico o institucional. Se trata de una reflexión seria y profunda, filosófica, económica, jurídica y sociológica que realiza Luis Tamayo Pérez sobre la devastación de la tierra en que vivimos todos nosotros, no los marcianos, sino nosotros mismos, con un argumento clave: la irresponsabilidad de las grandes corporaciones y la posibilidad de la acción comunitaria consciente. Luis nos explica “cómo el Alien corporativo nos ha hecho víctimas y cómplices de la devastación de la tierra.
El Crimen Perfecto es la continuación de otros magníficos libros de Luis Tamayo, La locura ecocida y Aprender a decrecer 3.0 y de un gran número de ensayos, conferencias e intervenciones que ha venido realizando Luis durante dos décadas. Obviamente se los recomiendo ampliamente, porque desentrañan el inconsciente y la economía depredadora y alienada, que nos llevan irremediablemente a la destrucción.
Se trata de un trabajo académico (Luis Tamayo es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y fue rector del Colegio de Morelos, asociado a El Colegio de México), escrito con mucha claridad y sobriedad, donde las notas de pie de página son tan importantes como el texto, escrito con todo el rigor metodológico y donde se abordan todos los asuntos de la mayor importancia de manera objetiva y clara, apartándose de filias y fobias partidistas, preocupado por la vida, nuestra vida en el planeta.
No enfoca el previsible fin de la humanidad como Carl Sagan, en su magnífico libro Cosmos, que la centra este evento final en la agresividad innata freudiana de nuestra especie, sino que lo enfoca en la ambición e irresponsabilidad de las grandes corporaciones, en el rápido retorno del capital y la ausencia del sujeto, la Sociedad Anónima de Responsabilidad Limitada, como causante de la sociedad anómica.
El pensamiento filosófico de Luis Tamayo demuestra que la Filosofía no es una disciplina inútil, si se le vincula con la vida, con la ecología, puede convertirse en la salvadora de todo pensamiento y de la vida en la tierra. Esta es la Ecosofía. Ecología y Filosofía unidas en el pensamiento y la acción para la conservación de nuestro planeta humano. Si no tomamos este asunto en nuestras manos, la tierra va a seguir existiendo, pero como planeta muerto y volverá a ensayar otras formas de vida, pero sin la cultura humana tal como la conocemos.
Como dice Tamayo, citando a Heidegger: El pensar se hace siempre contra sí, contra sus propios prejuicios, dudando de las propias certezas. Como es el caso del mito del crecimiento sin fin, necesitamos aprender a decrecer. Es preciso dejar atrás lo que otros dijeron, de lo que se trata es de pensar contra sí mismo.
Tenemos que ver, entre todos nosotros (y esto nos compromete con nosotros mismos y con el otro), los distintos ángulos de la verdad, entendida como Aletheia, la verdad que al decirla se esconde. Todos vemos el calentamiento global antropogénico y la sexta extinción de las especies, desde nuestro punto de vista particular, como un aspecto de la verdad, una verdad que se nos escapa, pero entre todos, podemos aproximarnos mejor a dilucidarla.
No encontramos toda la verdad en un solo lado, no puede ser dicha toda, pero al pensarla en común, como ahora, podemos ir aproximándonos a ella y recrearla en comunidad. Aquí está la clave, hay que hacer comunidad para encontrar salidas al calentamiento global antropogénico.
Nombrar el fenómeno del calentamiento global antropogénico no es suficiente, hay que actuar en comunidad. Podemos disentir, pero podemos discutir, ésta es una expresión de la ciencia.
Con el apoyo del otro tenemos mayor posibilidad de acercarnos a la verdad. La verdad es siempre un pensamiento compartido. Somos con el otro, que forma parte de mí. Éste el Mitsein heideggeriano.
No podemos separarnos del mundo, el mundo existe porque lo pensamos de una manera conjunta, si el mundo existe como lo pensamos, vamos a repensarlo. De aquí que El crimen perfecto nos induce a pensar el mundo y a nosotros mismos de una forma diferente. Tenemos que recuperar el mundo.
Este es el sentido de la presentación de este libro, para recuperar entre todos el mundo, que estamos perdiendo. Luis Tamayo pone las palabras, los argumentos, las herramientas, para lograrlo. Siguiendo a Heidegger, el lenguaje es el pastor del ser. Lo que se diga y se hable sobre el calentamiento global antropogénico es lo que señalará, lo que construirá, nuestro devenir como especie. De ahí que hay que hablar con las palabras señeras del ser que queremos ser como especie pensante.
Extiendo la invitación a todos los que deseen profundizar estos temas, a la presentación del libro del Dr. Tamayo, que tendrá lugar en el Museo Regional de Querétaro, el viernes 27 a las 7 pm. Los esperamos.