Hoy quiero hablar del impacto de algo ordinario como los pantalones de mezclilla y el costo que representan para el planeta. La fabricación de un par de jeans, una prenda esencial en muchos guardarropas, esconde un costo ambiental significativo, especialmente en términos de consumo de agua. Desde el cultivo del algodón hasta el acabado final, cada etapa del proceso de producción requiere grandes cantidades de este recurso vital.
El viaje del agua en la fabricación de jeans comienza con el cultivo del algodón, el material principal de la mayoría de estos pantalones. De entrada el algodón es una planta que necesita mucha agua para crecer. En promedio, se estima que se requieren alrededor de 7,500 litros de agua para producir el algodón necesario para un solo par de jeans. Esta cifra incluye el agua utilizada para el riego de los campos de algodón, así como la cantidad absorbida por la planta durante su crecimiento.
Esta demanda hídrica no solo agota las reservas locales de agua dulce, sino que también puede causar graves problemas ambientales y sociales en las regiones productoras de algodón. En áreas donde el agua es escasa, la agricultura intensiva de algodón puede llevar a la sobreexplotación de acuíferos y ríos, afectando a las comunidades locales y a los ecosistemas naturales. Un ejemplo claro de esto es el Mar de Aral, que ha sufrido una drástica reducción de su tamaño debido en parte al riego intensivo de cultivos de algodón en Asia Central.
Una vez recolectado, el algodón se transforma en hilo y luego en tela. Este proceso industrial también consume agua, aunque en menor medida que el cultivo. La tela de algodón se somete a diversos tratamientos, como el teñido y el lavado, que requieren grandes volúmenes de agua. El proceso de teñido, en particular, es conocido por su alto consumo de agua y por generar efluentes contaminados con tintes y productos químicos. El tratamiento y eliminación de estos efluentes pueden ser costosos y, si no se gestionan adecuadamente, pueden contaminar ríos y otros cuerpos de agua.
Además, los acabados de moda, como los lavados con piedra y los efectos desgastados, implican lavados adicionales de la tela, aumentando aún más el consumo de agua. Estos procesos no solo requieren grandes cantidades de agua, sino que también generan residuos que deben ser tratados adecuadamente para evitar la contaminación ambiental.
El impacto del uso de agua en la producción de jeans no termina en la fábrica. A lo largo de la vida útil de los jeans, el lavado doméstico de estos pantalones sigue consumiendo agua. Se estima que, durante su vida útil, un par de jeans puede ser lavado más de 100 veces, utilizando alrededor de 150 litros de agua en total.
Hoy invito a nuestras y a nuestros estimados lectores a hacer conciencia con estas prendas que tenemos en el clóset, que seguramente es más de una, los pantalones de mezclilla, a que no compremos más y que los que tengamos le demos una larga vida ya que la producción de un solo par de jeans implica un uso intensivo de agua, desde el campo de algodón hasta el armario del consumidor. Y es importante tener presente que mitigar este impacto, es esencial que tanto los fabricantes como los consumidores adopten prácticas más sostenibles, como el uso eficiente del agua en la agricultura y la industria, y la reducción de la frecuencia de lavado de las prendas.