En un año, dos organizaciones criminales clasificadas por Estados Unidos como “terrorista”, se han echado un clavado para rescatar a los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum de una crisis detonada por la extraña relación del primero con los cárteles de la droga. En marzo del año pasado fue el Cártel del Noreste, que negó haber financiado dos campañas presidenciales de López Obrador. El segundo empezó a difundirse el lunes por la noche, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación salió a respaldar la versión que intenta imponer el gobierno de Sheinbaum que no hay evidencias que el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, haya sido un campo de exterminio.
Los dos videos generaron sospecha. El video del Cártel del Noreste, comparado con anteriores que habían difundido, tenía una producción espectacular con uso de equipo de videograbación profesional, que pretendió neutralizar las denuncias periodísticas a partir de investigaciones de la DEA que fueron suspendidas por razones políticas, sobre el dinero mal habido para los fines políticos de López Obrador. El del CJNG no tiene la producción del primero ni su calidad, pero como en el primero, su contenido respalda las líneas comunicativas del gobierno de Morena. No obstante, es más claro y contundente que el primero.
El video del CJNG, leído por un encapuchado frente a 32 personas armadas, dice: “… Notifican el hallazgo de un campo de exterminio, reclutamiento forzado donde tenían más de 250 secuestrados y otro tanto de secuestradores. ¿Qué encontraron? ¿Cuánto encontraron? No encontraron nada”. El viernes en la Rayuela, el micro editorial en la contraportada de La Jornada, vocero oficioso del régimen, apuntó: “Todo parece indicar que no hay tales hornos crematorios ni chimeneas, ni cenizas. A la primera revisión todo se tambalea”. Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, aportó su contribución: “Hay 200 zapatos ahí. Ah, sí, pero ¿quién dice que esos zapatos son de personas desaparecidas?”.
Los mensajes son notablemente similares. Evocan los dichos de la presidenta que en la misma línea de La Jornada, el mismo día, puso en entredicho la veracidad de los hallazgos de grupos buscadores que fueron los que dieron a conocer el horror de Teuchitlán. Sheinbaum tampoco quiso descalificar los dichos de Fernández Noroña, y le concedió el derecho de opinar, aunque en anteriores ocasiones donde no ha ido en concordancia con ella, lo ha mandado regañar.
En el video del CJNG, el encapuchado leyó el texto redactado con la propiedad de los abogados penalistas y los fiscales, utilizando las palabras “tiempo y forma” para narrar cronológicamente lo que habían hecho las autoridades en el rancho el año pasado, y señalando con pungtualidad de parte del gabinete de seguridad de los martes, que siempre lo había tenido asegurado el gobierno federal “con patrullaje por tierra y aire”. Esto fue planteado para sugerir que las madres buscadoras que encontraron las evidencias de un campo de exterminio en Teiuchitlán, habían sembrado pruebas.
“Un grupo de madres buscadoras respaldadas por no sé quién y con información de dudoda procedencia contradicen en un 100% los indicios encontrados de seis meses anteriores por elementos federales”, señaló el encapuchado. “¿Con qué autoridad intervinieron o con qué fundamento ingresaron a un inmueble asegurado el grupo de madres buscadoras? Su deber era comunicar a una autoridad competente y lo que hicieron fue sembrar e idear una película de terror para causar furos en las redes sociales. ¿Qué están escondiendo? ¿Quién las respalda? ¿Por qué intentan perjudicar al Cártel Jalisco Nueva Generación con mentiras e historias inventadas y sin fundamento?”.
Para los medios de comunicación también hubo un mensaje específico: “deberían escoger con más cuidado los testimonios que acusan al Cártel Jalisco Nueva Generación y verificar la veracidad de lo que se dice, porque el Cártel no tenía presencia en la zona en el 2012”. Es un reclamo cuyo fraseo, como el de las madres buscadoras, se escuchan como una amenaza. Los criminales tienen identificados a quienes los están afectando. También el régimen.
“Otra vez los medios y la derecha montados en la tragedia”, dijo previamente Fernández Noroña. “Es otra vez otra campañita de esas típicas de la derecha”. La línea del CJNG y del presidente del Senado la continuó ayer la presidenta desde Palacio Nacional, donde dio a conocer un estudio sobre “una guerra sucia en la red social X, con cuentas bots, contra el gobierno”, a la que le destinaron 20 millones de pesos en cuatro días.
Hay una clara preocupación de la presidenta por el impacto negativo que ha traido Teuchitlán a su gobierno y a Morena. Javier Tejado lo midió en su columna semanal en El Universal, donde dijo que el hallazgo produjo en los primeros 10 días más de ocho mil noticias y opiniones, y hay cientos de registros en la prensa extranjera. Del 6 al 14 de marzo, agregó, hubo 479 mil menciones con un alcance potencial de casi 600 millones de personas, donde el partido gobernante y López Obrador se llevan el mayor descrédito.
Pero el alineamiento de los discursos es delicado. Si el video del CJNG fue realmente hecho por esa organización criminal, mal. Si fue producido por los proagandistas del régimen, peor. Como explica el periodista Augusto Chacón, que ha trabajado por años la región de Teuchitlán, “más allá de quién lo hizo, delnea una moral, una concepción del crimen organizado como parte del Estado, humanizado a la manera de López Obrador, y traza cierto orden jurídico y político”.
El video es como si tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014, la organización criminal Guerreros Unidos hubiera dado a conocer un mensaje exonerando al gobierno de Enrique Peña Nieto, al de Ángel Aguirre de Guerrero, y al de José Luis Abarca de Iguala del crimen, responsabilizando en cambio a la normal y a los medios de conspirar en contra de todos ellos. La similitud de la narrativa criminal con el gobierno en el video del CJNG o de quien lo haya hecho, le regala una enorme prueba al presidennte Donald Trump, por subjetiva que parezca, que su afirmación que en México gobiernan los cárteles, tiene sustento.
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