Diana Yudith Miranda Salazar
En estas fechas en las que imperan los sentimientos nobles, los buenos deseos, los propósitos de cambio, las reflexiones y la auto crítica, para tratar de mejorar o recomponer el camino, deberíamos tener en cuenta y planear a conciencia nuestro “Capital en Salud”. Pero, ¿A qué se refiere, esto del Capital en salud?
Año tras año, el mayor porcentaje de nuestro Capital económico, pasa a formar parte de los gastos ordinarios, que tienen un carácter periódico y previsible como vivienda, teléfono, internet, televisión, colegiaturas, créditos, seguros, membresías, que generalmente son gastos fijos y deberán realizarse ya sea que se realice la actividad comercial o no.
Los gastos variables son aquellos que dependen de nuestro consumo en el mes como los servicios (agua, luz, gas) comida, ropa, gasolina o transporte, esparcimiento con la familia y amigos, consultas médicas, etc.
En ambos tipos de gasto existen elementos necesarios e innecesarios que pueden ser eliminados y cuando se proyecta un presupuesto, lo ideal es hacerlo de inicio con los gastos fijos, ya que sabemos exactamente la cantidad exacta que estos requieren.
Sin embargo, la escala de prioridades en nuestra educación financiera, tanto en casa, como en la escuela básica, media y superior (exceptuando las licenciaturas relacionadas con economía y finanzas), deja mucho que desear. Son pocos los que dan prioridad a los aspectos de salud, aun cuando sabemos que, sin esta, no podremos llevar a cabo ninguna de nuestras actividades cotidianas generadoras de capital.
Pensamos que una consulta de niño sano, un “check up” o revisión médica, la visita al odontólogo cada tres o seis meses, está de sobra, incluso nos damos el lujo de faltar a las citas, sobre todo si se goza de un sistema de salud público. El concepto de “¿Para que ir al médico, si se está sano o sin síntomas? debe ser desechado de inmediato, ya que esto afectará gravemente tu salud y tu economía.
¿Cómo puede algo que no tienes en el momento darte problemas graves a futuro?
En el caso de los niños, el Pediatra puede diagnosticar a tiempo en una consulta del niño sano, retrasos en el desarrollo y múltiples enfermedades, así como la prevención de otras tantas.
En el caso del adulto, existen gran cantidad de enfermedades crónico degenerativas como la Diabetes Mellitus tipo II, que inician un promedio de 10 años previo a que den síntomas, que generalmente ocurren ya con la enfermedad sumamente avanzada, igualmente la Hipertensión Arterial, también llamada “Asesina silenciosa” ya que el paciente “no siente nada” y que con una revisión habitual, podría ser detectada a tiempo y evitar accidentes cerebrovasculares, que dejan secuelas importantes en el paciente, con un desgaste moral y económico enorme para las familias.
Si no acudiste a revisión bucal, una caries podrá en un momento haber afectado tanto tu pieza dental, que requerirá una endodoncia, la cual implica un gasto 20 veces mayor.
Así podríamos mencionar infinidad de enfermedades prevenibles con el solo hecho de asistir a una consulta de revisión programada, en los niños mensualmente durante el primer año de vida y posteriormente con visitas programadas. En el adulto mínimo dos veces por año, logrando así un Capital de salud que redundará en beneficio propio y familiar e impactará importantemente en la calidad de vida.
La medicina Preventiva juega un papel crucial en la actualidad para evitar las complicaciones de las enfermedades, que de manera directa implican un gasto excesivo.
Por lo tanto, en la escala de prioridades para este 2024, el Capital en Salud que logres acumular, será la garantía para que puedas concretar tus metas a corto y largo plazo, ya que, sin este, no podrás disfrutar de ningún otro Capital.
Pediatra
Presidente del Colegio de Mujeres Profesonales de la Medicina A.C.