La dupla que formó el boxeador Marco Verde con su entrenador Radamés Hernández lo llevó a colgarse la medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Su proceso comenzó desde 2012, al dejar el beisbol y probar sus mejores golpes en el ring con la guía de su maestro y de su padre Manuel, quien también peleó por una presea olímpica en la edición 1992 de Barcelona.
“Mi padre me lo inculcó, siempre estuvo en mente ir a Juegos Olímpicos, mi papá me mostró un video donde peleó y conforme pasaban los años, te inculcan eso, empiezas a entrenar, a dar resultados, a saber que tienes la posibilidad, y eso me daba más satisfacción y orgullo.
“Se me fue volando el tiempo (en Francia), lo disfruté mucho. Son 12 años de trabajo con el entrenador, fue de mucha ayuda que estuviera presente, lograr esa confianza y esa comunicación”, dijo el sinaloense en conferencia de prensa.
Enfocados en subir al podio en la Ciudad de la Luz, el coach Hernández se encargó de trazar un calendario de eventos internacionales donde Marco pudiera foguearse con los mejores del mundo.
“Fueron seis meses desde que salimos de casa, hay que agradecer a nuestra federación porque se hizo la vinculación a través de Conade, y a través del Comité Olímpico, tuvimos la oportunidad durante esos seis meses de participar en torneos y campamentos que para nosotros eran muy importantes.
“(Con el objetivo) de conocer el mayor número de rivales y así lo hicimos, estuvimos 5 semanas en España.
, y logramos enfrentar a tres clasificados y otros tantos que clasificaron en Italia, eso nos daba la posibilidad de ver el desempeño, siempre lo dije, que teníamos muchas posibilidades”, puntualizó Radamés.
Por ahora, Verde tomará con calma su futuro mientras se decide si el box será incluido en la lista de deportes de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.