EL JICOTE
Si el Presidente considera que los indicadores económicos no pueden ser los que determinen la prosperidad de los ciudadanos, y sostiene que su objetivo es la felicidad de la gente; el bienestar de su alma, en su Informe Presidencial debería de haber informado sobre las políticas de su administración que nos permitan evaluar si está trabajando bien. En otras palabras, ¿cuáles son los hechos que prueban su dicho de que la gente es feliz y, en su caso, qué está haciendo o qué va a hacer para combatir lo que nubla el bienestar del alma de los mexicanos? López Obrador debería de haber informado sobre un hecho terrible: el aumento del alcoholismo y la drogadicción, que nos revela que si la gente recurre a la bebida y a las drogas para ser feliz, indiscutiblemente no es muy feliz que digamos. Tampoco informó sobre la tasa de suicidios, prueba contundente de infelicidad. Según la OMS cerca de 800 mil personas se suicidan en el mundo cada año. Según INEGI, en 2016 en México hubo 6, 291 suicidios, es decir 17 diarios. En 2017 se suicidaron 6,559. Actualmente en México es la segunda causa de muerte en el grupo de edad entre 15 y 29 años, únicamente superado por los accidentes. Aquí hay un problema que el gobierno debe de enfrentar. Manifestamos en entregas pasadas sobre la oportunidad de que esta evaluación también la cotejáramos con los datos sobre Querétaro. Concretamente a este respecto cabe comentar que con base en las Estadísticas de Mortalidad, en 2017 la tasa de suicidio nacional fue de 5.2 por cada 100 mil habitantes. Querétaro ocupa el 12 lugar con promedio de 6.6 y la tasa más alta es de Chihuahua con 10.7. En Querétaro hay un Centro Estatal de Salud Mental, sin embargo tanto el Gobernador Francisco Domínguez como los funcionarios del sector han manifestado que la salud mental no es una prioridad de esta administración, lo que incluye obviamente, olvidarse de la añeja petición de un hospital psiquiátrico. Se avala este rechazo con el argumento de que en última instancia los casos graves son canalizados a San Luis Potosí y la Ciudad de México, No soy especialista en el tema, pero esta negativa me brinca ante una realidad alarmante: en el Estado aumentan el alcoholismo y la drogadicción; que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Querétaro el suicidio aumentó un 466 por ciento, al pasar de 18 casos en 1994 a 102 casos en 2016. Me deja con muchas dudas que el gobierno afirme que la salud mental es tema no prioritario, cuando la Secretaría de la Juventud del gobierno estatal el programa «de joven a joven», dedicado a la ayuda en este tipo de casos, informó que en julio 2018: “Pasamos de una cifra de 300 llamadas en lo que iba del año (abril) y ya llegamos a unas 700 llamadas en lo que va del año…” Creo que el Gobierno del Estado debería abrir una investigación, actualizar su información, estadísticas, revalorar la necesidad de considerar como prioridad la salud mental y la posibilidad de un hospital psiquiátrico. En fin, no le dejemos todo al gobierno, sumemos esfuerzos para que la felicidad de los mexicanos no se convierta en otro mito genial.