EL JICOTE
López Obrador plantea un falso dilema cuando afirma que es más importante el desarrollo que el crecimiento económico, la existencia se desarrolla en un paréntesis: el nivel y el género o la calidad de vida, intentar separarlos es una insensatez. Lo del Presidente es una burda estratagema, pues lo que tanto prometió, el famoso 4% de crecimiento económico, no lo ha alcanzado ni remotamente.
El Presidente se inclina por la tesis de que los indicadores económicos no pueden ser los únicos que determinen el bienestar de los ciudadanos, con lo que estamos plenamente de acuerdo, y considera que su objetivo es la felicidad de la gente, el bienestar de su alma. Bajo este nebuloso concepto el Presidente nos deja en la oscuridad y en un estado absoluto de indefensión para juzgar su gobierno. Pues ¿Qué es la felicidad? En virtud de que toda persona es un fin en sí misma, hay tantas formas de felicidad como personas, nos metemos en un embrollo sin salida y acabamos cantando el bolero: “La felicidad es una forma de navegar”. Y López Obrador tan campante sin posibilidad de demandarle rendición de cuentas.
Bien se dice, quien critica y no ofrece soluciones crea pestilencia. Mi propuesta es que si López Obrador se inclina por impulsar la felicidad y el bienestar del alma, lo que debe hacer es sostener su compromiso con hechos y con acciones concretas y aterrizadas. Por ejemplo, para que cada quien tenga las condiciones para alcanzar su felicidad y el bienestar del alma lo primero que requiere es su seguridad. Es la primera responsabilidad del Estado sostiene Hobbes. Al respecto el Presidente entrega muy malas cuentas, el primer semestre de 2019 ha sido el más sangriento de la historia; cerca de 145 mil homicidios en lo que va de su gobierno y el secuestro ha aumentado el 14%.
Vamos aprovechar estas cifras que nos dan la pista sobre el género de vida y la felicidad, para remitirlas a nuestro Estado. Llama la atención en Querétaro el aumento de delitos en los rubros de narco menudeo, amenazas y falsificación. Afortunadamente no pintamos de manera considerable en las cifras de homicidios, pero lo que es de alarmar es que hayan sucedido a la luz del día y en lugares concurridos. (Fuente: Secretariado ejecutivo del sistema nacional de seguridad pública).
Otro aspecto que debería informar el Presidente bajo su concepción de pugnar por la felicidad y el bienestar del alma, serían las estadísticas sobre el alcoholismo. En 2018 en México alrededor del 70% de la población consume alcohol, de éstos, el 20% lo hace de manera excesiva. El consumo consuetudinario de alcohol en promedio nacional entre 12 y 65 años es de 8.5%, en Querétaro es de 10.2%. En la misma edad el 2.9 %consume alcohol diario y en Querétaro el 4.0%. Nuestro Estado ocupa el lugar número 7 de las entidades que consumen diario alcohol. Algo que debe preocupar no solamente al gobierno sino a la sociedad en general.