EL JICOTE
La reconocida revista Nexos dedicó un número al primer año del Presidente López Obrador, continuamos con su análisis crítico de sus articulistas, ejercicio que consideramos es importante tanto para los lectores como para este servidor. A continuación mi resumen del artículo de Javier Tello Díaz: “AMLO y las llagas de la democracia”. Tello Díaz es un brillante, acucioso y sólido investigador histórico, esta solvencia no la refleja en su análisis político, donde es vago, confuso y contradictorio. Parte de una serie de hipótesis teóricas discutibles y dispersas que se reflejan en una serie de conclusiones que traducen estos defectos. Considera que AMLO propone un reequilibrio de los distintos elementos del modelo al dar más peso al componente democrático, propuesta que Tello no considera “radical” (las comillas son mías). Líneas adelante sostiene que el proyecto y las políticas presidenciales son “radicales”. Concluye que su gobierno impulsa un liderazgo carismático, con discurso más emocional que racional y que divide al país; discurso que escurre demagogia. Texto enrevesado el de Tello Díaz: ¿Es posible ser radical y demagogo al mismo tiempo? La respuesta lo más probable implique un análisis casuístico, lógicamente es contradictorio, pues lo radical va a la raíz y lo demagógico a la simulación: el radical cambia las estructuras, el demagogo las maquilla. Otro texto es el del prestigiado Julio Frenk y Octavio Gómez Dantés; “Manual de una contrarreforma reaccionaria”. Hace una crítica avasallante del Programa Sectorial de Salud 2019-2024. Los autores acusan al gobierno de hacer un programa sin diagnóstico, mal escrito, plagado de generalizaciones, descalificaciones, “asombrosamente repetitivas”; no aprovechan las investigaciones ni la experiencia del pasado, reconocido como uno de los más confiables y completos de América Latina. Todo es con el propósito propagandístico de presentar un sistema a punto del colapso. La 4T adopta el lema: “El rescate del sector público de Salud”, cuando es una cotrarreforma centralista y burocrática que llevará al Sistema de Salud al siglo pasado. Los servicios se prestarán bajo un esquema monopólico, poco proclive a la innovación debido a que abusa de una demanda cautiva; un programa insensible a los usuarios. Los datos y juicios duros en los que se sostiene esta crítica son los siguientes: El Instituto de Salud para el Bienestar Social, operará centralmente y sustituirá a los servicios estatales; se compromete a ofrecer servicios de consulta de primer y segundo nivel, es decir, consulta externa y hospitalización, pero elude el tercer nivel, intervenciones de alto costo y personas y niños que requieren cuidados intensivos o mujeres con cáncer de mama, quienes deberán pagar de su bolsillo. López Obrador en campaña ofreció incrementar el gasto de salud en 1%del PIB, pero lo disminuyó, los recursos destinados, representan una diminución de 1.6% respecto de 2018. Ojalá que las autoridades responsables dieran una respuesta a estos severos y concluyentes juicios. Lamentablemente el diálogo con sus críticos no es una política ni del gobierno federal ni del estatal. Lo suyo, lo suyo, es el monólogo.