EL JICOTE
“Al margen de la ley, nada, por encima de la ley, nadie”, ha afirmado el Presidente de la República, y tiene toda la razón en la teoría, pero en los hechos se ha encargado de desmentirse. La quinta artimaña de López Obrador para impedir el diálogo ha sido precisamente su falta de respeto a las leyes y a las instituciones. En el diálogo democrático se parte del respeto a la ley, las controversias tienen un espacio perfectamente delimitado. El Presidente no tiene respeto por el marco jurídico, lo ha hecho otro de los tantos floreros de la política. Algunos ejemplos: Con un memorándum quiso cambiar la Constitución, Es tanto como si un párroco de una iglesia de pueblo, quisiera cambiar los diez mandamientos de Moisés con un sermón de domingo. Es algo aberrante hasta para un alumno de civismo de la secundaria. Tampoco se detuvo en el principio de que las leyes son generales, y universales e hizo una a la medida de Paco Ignacio Taibo II para que pudiera tomar posesión como Director del Fondo de Cultura Económica. Para ello modificó la Ley Federal de las Entidades Paraestatales. Una ley a modo es un oxímoron. Otro ejemplo. Ni el sentido común, ni el riesgo de la vida personal y familiar, ni tampoco las leyes que lo prohíben expresamente, fueron suficientes valladares y López Obrador conminó a que se diera el nombre del militar responsable del operativo de Culiacán. Pero lo que ha sido el colmo del descaro es la designación de Rosario Piedra como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. De ella sólo se sabe que es hija de una muy respetable mujer de izquierda, pero como bien escribe Proust: “La herencia de un nombre es triste, como todas las herencias, como todas las usurpaciones de propiedad”. Es miembro activo de Morena, de su Consejo Nacional. Aquí la Cuatro T perdió el más mínimo decoro, le pasó por encima a los requisitos para participar, pues la misma convocatoria emitida por el Senado, exigía no haber desempeñado un cargo partidista; ya en el cinismo pleno hicieron fraude con los votos requeridos. La nueva titular tendrá como responsabilidad de proteger a los ciudadanos cuando la autoridad viole sus derechos y ella mintió en los datos que proporcionó en su documentación, cometiendo un delito federal. La CNDH tiene como principal responsabilidad la defensa de la legalidad y ha presentado más de doscientas acciones de inconstitucionalidad por leyes violentadas, pues ahora tendrá presidiéndola a una experimentada violadora. Por supuesto se partidizó una institución que tiene como esencia su autonomía y distancia del poder. Decía Monsiváis, algo que se adapta a la licenciada en psicología Rosario Piedra: “Hay aves que cruzan el pantano y no se manchan, su pantano es de esos”. No es de extrañarse que Ricardo Monreal y Germán Martínez se atacaran de la risa al terminar la aprobación. La comedia de lo que habían hecho no era para menos. Algunos de los asistentes aseguran que la risa de los legisladores tenía un extraño parecido a la risa grotesca de El Guasón. No puede haber diálogo democrático si no se respeta el Estado de Derecho, en un Estado Chueco el gobierno se asume como el titiritero dueño y señor de los hilos de la ley y de la razón.