Ya desaforado en su carrera hacia una candidatura presidencial tan improbable como lejana, el canciller Marcelo Ebrard mete las manos para revolver y confundir en muchos ámbitos; ya sea con los autos eléctricos y la vacilada de la ‘tecnología boliviana de punta’, para raspar la electro movilidad de Claudia Sheinbaum -los trolebuses la línea eléctrica de Metrobús, etc.) o metiéndose en Iztapalapa disque para hacer carritos eléctricos de chisguete, con una empresa emproblemada porque le entrego equipo defectuoso a PEMEX…
Y también interviene en el Instituto Politécnico Nacional.
Ebrard en su largo catálogo de truculencias, ahora suma la agitación en el Instituto Politécnico Nacional mediante la operación del Secretario de Administración, el maestro Javier Tapia Santoyo, de cuyo doctorado, por cierto, no hay cédula a la vista, quien coludido con dos viejos lobos de colmillo largo, el responsable de la Educación Superior Mauricio Igor Jasso y el titular de Capital Humano, Héctor Bello, tienen cercado al Director General del IPN, el recién llegado Reyes Sandoval.
Copado está el DG, también, por el egresado de la UNAM León Izquierdo quien le juega las contras desde su posición de confianza -Coordinador de Enlace de la Dirección General-, trabajando para Javier Tapia Santoyo.
Tapia Santoyo el actual agitador en el IPN, es impresentable por donde se le mire, con Igor Jasso hoy director de Educación Superior, como su asesor principal. Más allá de sumar a su pandilla a su ex compañero de negocios, Bello Ríos, también tiene en la misma cofradía a su compadre, José Hipólito Rosas conocido por la habilitación de aviadores en servicios de limpieza que él maneja como Director de Servicios Generales.
Y para acorralar por completo al laureado investigador que hoy dirige al IPN, don Javier incrustó al egresado de la UVM, Eric Toledo, como Coordinador Administrativo de la Dirección General. Mucho más por explicar después de los operadores sigilosos de Tapia Santoyo, Carlos García y Alberto Castro… Un espanto.
El trabajo de esta bien reforzada camarilla tiene al Instituto Politécnico Nacional en una crisis estudiantil y política por una sola razón: los trastupijes en la administración de los recursos.
Tapia Santoyo –por ineficacia deliberada en el manejo de los recursos– tiene a muchas escuelas con severas deficiencias de infraestructura física y académica. No será la primera vez que una cofradía se dé a la tarea de desfalcar al IPN, pero por menos de eso se despidió al antecesor en la Secretaría de Administración, Jorge Quintana Reyna.
Como adorno de este pastel neoliberal de corrupción: Tapia Santoyo estuvo hasta el cuello en el ‘peñismo’ desde su paso por ProFeCo, la Secretaría de Economía, la SeDaTU y el ISSSTE. Viene la insostenible posición de un funcionario del IPN señalado constantemente como responsable de acoso y hostigamiento hacia sus subordinadas en la Secretaría de Administración; hay dichos y hay datos, pero la intimidación del jefe y sus decisiones, convierten a los segundos en dichos. Paradoja, las alumnas del IPN vigorosamente protestan abusos del mismo tipo, pero en el feudo de Tapia Santoyo, “Silencio que están durmiendo, los nardos y las azucenas…”
Incógnita
Es inexplicable que el director general no haya dado ya el manotazo en la mesa, para remover al alfil de Marcelo Ebrard, Tapia Santoyo y sus acólitos León Izquierdo y Eric Toledo para consolidar un equipo con el cual pueda realizar sus promesas y proyectos.
En cambio, ve un día sí y otro también, escuelas en paro por la acción deliberadamente negligente de Tapia Santoyo y su pandilla. En español antiguo, “le tienden la cama” y si se da por enterado, no actúa.
La única esperanza reside en el desconocido temario de su reciente visita al presidente en el Palacio Nacional. ¿Le habrá dicho todo cuanto sabe?
Reina
Impresionante su mirada, indescriptibles sus ojos oceánicos, maravillosa, eterna como la historia de las mujeres de su estirpe, Isabel, Victoria…