EL CRISTALAZO
DUARTE, UNA CAPTURA ESPERADA
Hubo quienes llegaron a pensar en una conveniente desaparición definitiva. Otros dudaron de una muerte prematura y supusieron, con acierto, la captura de Xavier Duarte de Ochoa, quien por fin fue atrapado en Guatemala un sábado sin gloria.
Y de Guatemala a Guatepeor, porque ahora se le vienen encima todos los pecados cometidos (una abundante colección de ellos) y hasta los jamás imaginados en la extendida red de corrupción cuya divisa conyugal, al menos, fue el mérito de la abundancia.
Abundancia en exceso, dirían los yucatecos prestos a cualquier juego de palabras.
En Xalapa se relame el mostacho el gobernador Miguel Ángel Yunes pues parte esencial de su promesa de campaña se ha cumplido así no haya sido él quien le diera término a la investigación sobre el incierto destino del hombre cuya fuga sembró de sospechas a la nación entera.
¿Cómo se pudo ir?, ¿cómo pudo permanecer tanto tiempo a salto de mata?
Todo eso se sabrá pronto, pero mientras eso ocurre el sucesor del señor Duarte pasa las de Caín en Pacho Viejo, pues el enorme monigote llamado Flavino Ríos –facilitador en la fuga–, pasó de interino en el gobierno a interno en la prisión, lo cual más allá del juego verbal nos recuerda otro caso similar, el de Jesús Reyna quien ocupó el lugar de Fausto Vallejo en Michoacán.
Los gobernadores de hoy serán los presos de mañana y ni modo de invocar ahora motivos de persecución política, pues los funcionarios de hogaño solo deben acudir a expedientes administrativos para encontrar motivos suficientes de ratería y avaricia, y mandar jaurías completas en pos de los hombres alguna ve sentados en los sillones del poder.
Es la estirpe de los Padrés y los Reynoso Femat, por hablar de algunos panistas o los Villanueva, Granier, Delgado, Salazar, Yarrington y algunos más de distintos partidos y coaliciones y también de quienes hoy tienen cirios en la capilla, como Borge, Aguirre Rivero; el otro Duarte y muchos otros cuyo destino viene a resultar ahora incierto en esta moderna versión de la rueda de la fortuna, la cual se convierte en la rueda de la mala fortuna, pues no le puede ir bien a quien peca de manera tan atroz contra el supremo mandamiento cuya orden clara es no robar.
Roban, desvían, cometen peculados diversos, abusan, transan, mandan achichincles a hacer los sucios trabajos y se valen de testaferros y máscaras diversas y empresas fantasmales, para encubrir atajos y cochinadas sin fin y cuando se dan cuenta los vientos del cambio los han arrollado pues no es esta una sociedad ciega, como quizá lo fue antaño, en cuyo código estaba la excepción del poder ante la mala conducta.
No se sabe si hoy todos quienes la hacen la van a pagar, pero éste, por lo pronto, pagará y hasta con réditos. Lo hecho, lo pensado y hasta lo nunca imaginado. Toda la maquinaria judicial y la llamada “opinión pública” se le va a ir encima con venganza y justicia, quizá.
Por lo pronto el Partido Revolucionario Institucional, en cuyas filas alguna vez militó Duarte de Ochoa, ha emitido esta declaración apabullante. Significa la eternidad en la soledad:
“Los veracruzanos reconocemos que la actuación del Gobierno Federal ha sido la correcta en la lucha contra la corrupción y la impunidad, en ésta y en otras detenciones que se han presentado en los últimos meses, sin importar la filiación política de los acusados.
“Los priistas veracruzanos, así como toda la sociedad, agraviados por la conducta del ex Gobernador, ya expulsado de nuestro Partido, reiteramos nuestro compromiso con la legalidad, la honestidad y la transparencia, como premisas indispensables en la actuación pública y privada de cualquier servidor.
“Ante estos hechos, el PRI de Veracruz se pronuncia por un nuevo comienzo, sin dejar de reconocer el daño y dolor causado a la sociedad, por las acciones de quienes han traicionado la confianza que implica el honor de gobernar.
“La justicia no puede ser selectiva, por eso confiamos en las autoridades federales. Nadie por encima de la ley, ni gobernantes ni gobernados.
“El peso de la ley debe aplicarse contra quienes dañaron a Veracruz. Por eso pedimos a las autoridades de procuración de justicia federal que actúen con prontitud, de acuerdo al avance de sus investigaciones.
“También demandamos que cada peso que se recupere o cada bien incautado tengan un procedimiento jurídico claro y que su destino sea transparente, en beneficio del pueblo de Veracruz.
“El PRI no es tribunal, el Gobernador del Estado no es policía ni Fiscal, y el pueblo de Veracruz no debe ser manipulado ni engañado”.
Y de pasadita un coscorrón a Yunes quien desde la cima de su poder, solamente sonríe. Le han dado gasolina suficiente para llegar al fin de su breve mandato, con un trofeo en su sala de vanidades, así él no haya disparado la escopeta.
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