Juan Carlos García
Antes de reclamar su reino, el monarca de la selva sorteó batallas y dificultades que no eran conocidas hasta hoy, cuando se conozca el relato de Mufasa: El Rey León.
Dirigida por Barry Jenkins (Luz de Luna, 2016), la película que se estrena hoy 18 de diciembre revela cómo fueron los orígenes de la rivalidad entre Mufasa y Scar, y la unión fraternal que hubo entre los dos antes de los odios y resentimientos curtidos por vivir en una sociedad donde uno era el adoptado, pero venerado, y otro el del linaje, pero sin liderazgo.
Aaron Pierre, Kelvin Harrison Jr. y Tiffany Boone se conectaron desde Los Ángeles, California, para compartir su experiencia de haberle puesto voz a Mufasa, Taka y Sarabi, respectivamente.
“Una de las primeras cosas que le dije a Barry después de ver el filme terminado es que él logró ‘infusionar’ y navegar sobre temas muy importantes como las relaciones personales, la comunicación, el entendimiento humano y fue hacia cómo cultivarlas, preservarlas y cómo darles longevidad.
“Lo hace en una forma que no es didáctica ni protectora, es accesible para los niños y jóvenes y es emocionante para los mayores, es para la familia, para todas las edades”, observó Aaron Pierre en la conversación.
El largometraje, con canciones de Lin-Manuel Miranda y banda sonora de Dave Metzger, mezcla el fotorrealismo animado, animación digitalizada y live action, lo que significó para su creador una nueva forma de hacer cine en tiempos de CGI, Imágenes Generadas por Computadora.
El sabio y paciente Rafiki es el encargado de contar la leyenda de Mufasa a la joven cachorra Kiara, hija de Simba y Nala, con intervenciones de Timón y Pumba.
Los entrevistados comentaron que luego del éxito mundial que fue El Rey León de 1994, y lo que significó extender una franquicia con otras entregas, los valores y sentidos humanos y éticos siguen estando presentes, aunque las formas de exponerse cambiaron.
“Ha pasado el tiempo y tratamos con lo mismo, se ve desde otras perspectivas. De la original a esta, el gran cambio está en la tecnología y lo que ha sucedido con ella y de cómo van de la selva a la sabana.
“Hablamos de enfrentar el duelo, la muerte, el dolor, la pasión, de generar comunidad y ha sido un viaje muy intenso, y siempre bello, desde lo que fue en 1994”, comentó Tiffany.
En el largometraje, que es uno de los estrenos más fuertes de Walt Disney Company de 2024, se muestra cómo Mufasa se convirtió en un cachorro huérfano cuando un incidente lo destierra de sus coordenadas, para luego toparse con una comunidad felina muy ajena a él.
Ahí se encuentra con Taka, el heredero de un linaje real que lo empuja a quedarse con su familia y a tratar de ganarse el afecto de ellos, aunque nunca olvida a los de su estirpe y mucho menos, que sus padres lo buscan.
“Nos preparamos con un entrenador de diálogos y dialectos, el proceso es el mismo cuando estás actuando, cuando hay expresiones e intenciones, sólo que sin cámara. Lo importante era darle continuidad a la consistencia de las tomas.
“Lo más satisfactorio de la experiencia es ver el resultado de lo que haces y darle pensamiento a este universo. Lo digieres, lo ves mágico y así se da le pones voz a roles extraordinarios”, comentó Kelvin Harrison Jr.
Mufasa, Taka y Sarabi emprenden un viaje sin retorno en la búsqueda de la liberación de sus miedos y por el deseo de que el primero se reencuentre con los suyos, pero habrá una gran consecuencia con sus enfrentamientos contra Kiros, el león blanco que se interpondrá en su camino.