Fernanda Torres
A una semana de haber cumplido los 50 años, Eva Longoria ha reflexionado sobre el momento que vive en su carrera, donde prioriza las narrativas que enaltezcan su perfil latino y también su tiempo y espacio en familia.
La estrella de Esposas Desesperadas compartió en entrevista, ayer en la Ciudad de México, que no le tiene miedo a la edad, pues ha madurado y disfruta cada etapa.
“No es una edad a la que le tenga pánico, pero es una edad en la que haces mucho inventario emocional y realmente reflexionas sobre lo que ha sido tu vida hasta ahora y lo que quieres que sea tu vida en la próxima segunda mitad.
“La primera mitad de mi vida fue sobre decir ‘sí’… Sí a mudarme a Hollywood, sí a convertirme en actriz, sí voy a respetar, sí quiero hacer esto, sí voy a hacer aquello… aprovechando cada oportunidad. Ahora que tengo 50 años, mi nueva filosofía es decir ‘no’.
No, si me aleja de mi familia, si me quita tiempo, si es alguien con quien no quiero trabajar”, sostuvo.
Longoria pisó suelo mexicano para presentar su nuevo trabajo, Alexander y un Viaje Terrible, Horrible, Malo ¡Muy Malo!, una comedia dirigida por Marvin Lemus que estrenará el viernes 28 de marzo en Disney+.
Esta película, además, le ayudó a conectar con sus raíces latinas y explorar la tradición familiar mexicana, de la que sabe mucho por su matrimonio.
En el filme, interpreta a Val, una mujer que convence a su esposo e hijos de emprender un viaje desde Estados Unidos hasta México en una casa rodante para aprender sobre sus raíces.
Convencido de que todo le sale mal por un raro hechizo que cree que posee, el pequeño Alexander (Thom Neme) vuelve realidad sus grandes temores con desastrosas sorpresas.
“Esta es una gran comedia de acción, aventura familiar que pasa a ser sobre los latinos.
Rompemos con lo que la gente espera del latino, ese storytelling de siempre, de vivir en nuestro trauma y temas serios. Esta es la demostración de que podemos divertirnos”, dijo Longoria.
El resto de la familia, el papá Frank (Jesse García) la hija Mía (Paulina Chávez), la abuela Lidia (Rose Portillo) y el abuelo Gil (Cheech Marín) se embarcan en una divertida travesía que les servirá también de autodescubrimiento.
“Quería asegurarme de que teníamos a la familia correcta y que capturaba la diversión y la alegría. Pero sobre todo de capturar los matices mexicano-americanos. Una semana antes de arrancar producción encontramos a Thom, tan dulce, y él sólo improvisa, viene y tiene todas estas ideas y se ríe, es el alma de la cinta”, agregó el director.
En su viaje y afrontando todas las dificultades que se les presentan, los García se develan secretos de sus vidas que los han distanciado, mientras intentan reparar su tormentosa relación.