La Comisión Europea insistió en que su “gran prioridad” sigue siendo avanzar en las negociaciones para lograr un acuerdo comercial con Estados Unidos, según indicó un portavoz este martes, a diez días de llegar a la fecha límite del 1 de agosto fijada por el presidente del país norteamericano, Donald Trump.
En paralelo, la Unión Europea prosigue con los «trabajos» para tener listas las represalias con aranceles a las importaciones procedentes de EE.UU en caso de que las conversaciones no lleguen al “resultado” deseado por las autoridades comunitarias, aunque el portavoz de Comercio, Olof Gill, evito dar detalles sobre estos preparativos.
“Hasta entonces, nuestro foco está en las negociaciones y esa es la gran prioridad por el momento”, expresó en la rueda de prensa diaria del Ejecutivo comunitario.
Las contramedidas están “sobre la mesa”
El portavoz recordó que las “contramedidas” europeas están “sobre la mesa”, pero la “intención” de Bruselas es no establecer una fecha para su entrada en vigor anterior al 1 de agosto, precisamente para dar margen a las negociaciones entre Bruselas y Washington.
“La intención de la Comisión Europea es no poner en vigor las contramedidas antes de la fecha impuesta por Estados Unidos, el 1 de agosto. No voy a entrar en detalles de los trabajos preparatorios más allá de decir que los estamos haciendo”, afirmó el portavoz.
Por otro lado, remarcó que por ahora no está “prevista” ninguna llamada a nivel político entre ambas partes, aunque enfatizó que este escenario “puede cambiar muy rápidamente”.
El último contacto conocido fue la pasada semana durante el viaje que el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, realizó a Estados Unidos para reunirse con el secretario de Comercio, Howard Lutnick; el representante de Comercio, Jamieson Greer, y el director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett.
Trump anunció hace dos semanas que impondrá aranceles del 30 % a los productos procedentes de la UE a partir del 1 de agosto y el Ejecutivo comunitario trasladó días después a los Estados miembros un segundo paquete de represalias por valor de 72.000 millones a productos estadounidenses.