Katia Reséndiz
Agradezco enormemente la oportunidad que me brinda Plaza de Armas, el periódico de Querétaro, y muy en particular su director, Sergio Arturo Venegas, por este espacio para comentar la agenda ambiental, social, económica y política de nuestro estado, el país y el mundo.
En esta primera entrega, se hace necesario reflexionar sobre el Día Mundial del Medio Ambiente que se conmemora cada 5 de junio desde 1973, y actualmente es el día para que todos, sociedad, gobierno, empresas y academia hagamos un esfuerzo conjunto para abordar y trabajar por aquellos problemas ambientales que demandan más urgencia. Tenemos que evolucionar, transitar de la queja hacia la actuación, hay grandes oportunidades para aportar desde nuestro país al cuidado del medio ambiente.
Estamos viviendo una crisis hídrica de dimensiones nunca vistas, un deterioro del entorno sin precedentes, estamos terminando con la casa de todos, la única que tenemos. La buena noticia es que estamos al límite de tiempo para iniciar un proceso de recuperación ecológica, hídrica y del medioambiente, que podemos impulsar el uso energías renovables y un uso más eficiente de la energía. El reto es comenzar desde casa y exigir a nuestros gobiernos un compromiso de largo plazo por un crecimiento económico sostenible.
#UnaSolaTierra es la etiqueta que impulsada por la ONU en este 2022, en la que debemos tomar consciencia de que, aunque hay muchos planetas en el universo y un sinfín de galaxias, hay una sola tierra, en la que, según datos de la misma organización, hoy más de un millón de especies se encuentran en riesgo de extinción. Nos queda claro que es necesario poner manos a la obra, por lo que te invito a sumarte a esta causa, la más noble: nuestro propio hogar, aquél que nos ha dado todo lo que tenemos y nos mantiene con vida.
Existen demasiadas tareas pendientes, pero cada quién, desde nuestra trinchera, podemos ser agentes de cambio, ser ejemplo de racionalidad en el uso de recursos, formar a nuestros hijos con esa consigna. Como país, desde 2015 y al suscribir el Acuerdo de Paris sobre el Cambio Climático, estamos obligados a reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, y para 2050 deben llegar a cero. El primer paso para que haya un presente y un futuro es no ser indiferentes ante la emergencia medioambiental, vamos juntos, por las nuevas generaciones, a no darle la espalda al planeta.