El pasado lunes 20 de mayo se celebró el Día Mundial de las Abejas y el miércoles 22 del mismo mes el Día de la Biodiversidad, y su importancia no sólo tiene que ver con la producción de miel, sino mas que nada por la función que cumplen de polinizar y el mantenimiento de los servicios ecosistémicos (actualmente se dice: contribuciones de la naturaleza a las personas)
Y tal como lo señala la ONU a través de la FAO, “Las abejas y otros polinizadores son esenciales para nuestra existencia, ya que sostienen la agricultura y la biodiversidad en todo el mundo. Sin embargo, las más de 20 000 especies de abejas y otros muchos polinizadores salvajes se ven amenazadas por las actividades humanas, especialmente debido a la destrucción de hábitats, el uso de plaguicidas y el cambio climático.”
Y por otra parte en cuanto a la biodiversidad: Según el artículo 2 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la biodiversidad se define como “la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte”.
Algo sobresaliente es que los polinizadores resultan esenciales para la conservación de los ecosistemas y la propia biodiversidad, pues contribuyen a mantener la diversidad genética de las plantas y mantener la diversidad y calidad de alimentos, mantener e incrementar la capacidad para resistir plagas y enfermedades, así como formar parte de los procesos evolutivos a grandes escalas de tiempo.
En la actualidad los polinizadores se ven enfrentados a varios riesgos y amenazas como lo son: La pérdida de los ecosistemas y hábitats naturales, la introducción de especies exóticas e invasoras, así como la deforestación y el uso desmedido de insecticidas y herbicidas en las actividades agrícolas, que han provocado la disminución de la cantidad y diversidad de polinizadores y con ello la reducción de la capacidad de polinización.
Pero existe otra amenaza para los polinizadores, que es el cambio climático, pues se registran enfermedades derivadas del incremento de la temperatura a nivel mundial.
Dichas amenazas para los polinizadores también representan consecuencias importantes para los humanos, porque al disminuir la polinización se generan impactos negativos en la producción de alimentos, su calidad nutricional, la capacidad de adaptación de las plantas a cambios ambientales y su resistencia a enfermedades.
Ahora bien, el peso relevante consiste en que el 80% de las plantas con flor necesitan ser polinizadas para que se generen frutos y semillas; a nivel mundial, cerca del 35% de la producción agrícola y la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios del mundo, y de muchos medicamentos derivados de plantas se deben a la labor de las abejas y de los polinizadores.
En México el frijol, el chile, el tomate y jitomate, las calabacitas, las manzanas, el café, el aguacate y el cacao son algunos de los cultivos importantes que requiere de este proceso. Se estima que sin los polinizadores no se podrían tener uno de cada tres bocados de comida que se consumen.
En México, se han contabilizado más de 21,000 especies de plantas con flores, más de 23,750 especies de mariposas y polillas, 26 especies de murciélagos y aproximadamente 2,000 especies de abejas de las 20 mil especies que se conocen mundialmente, sin embargo, se ha observado una disminución en el número de abejas estimado en el 32% debido a los colapsos de colmenas, provocados por el uso de agroquímicos, pesticidas inorgánicos, los monocultivos, la falta de áreas de floración y la introducción de especies exóticas e invasoras. Por otra parte, cerca del 17 % de los polinizadores vertebrados están en peligro de extinción a nivel mundial como los murciélagos. La extinción de estos organismos afectaría las relaciones ecológicas en los ecosistemas, la dieta del ser humano y la economía.
México sin duda es un país de Abejas (México es el noveno productor de miel a nivel mundial y décimo tercer mayor exportador, con un valor de 67.9 millones de dólares durante el año pasado). Y por su abundante cantidad de especies, que es un indicador fuerte de que en los ecosistemas de la república, al menos, vive el 10% de las especies conocidas para todo el planeta.
De acuerdo a un artículo escrito por la M.C. Oliva R. Segura, publicado en el Cuaderno de Investigación No. 3, de junio del 2023, del Instituto de Ecología y Cambio Climático del Municipio de Querétaro, en su parte de conclusiones, la autora señala lo siguiente: “El municipio de Querétaro presenta una alta diversidad de polinizadores…con 30 especies de abejas” (en el área urbana). La especie más abundante y con la distribución más amplia fue Apis mellifera que fue encontrada en todos los sitios,
En el municipio de Querétaro (por parte del Instituto de Ecología y Cambio Climático del Municipio), se tiene considerado el pago del servicio ambiental por polinización (como parte de los proyectos del Fondo Ambiental) a los apicultores cada año (desde hace dos), lo que sin duda constituye un valioso apoyo, para ellos, los agricultores y la población en general.
Como parte de las acciones de conservación que podemos hacer están, la creación de los fragmentos de biodiversidad que fungen como jardines para polinizadores con plantas nativas del área sin insecticidas; apoyar y visitar jardines botánicos; proteger colonias de abejas silvestres, conservar ecosistemas forestales y hacer conciencia sobre la situación para ayudar a los polinizadores.
Finalmente, entre las recomendaciones que hace la Maestra en Ciencias Oliva Ramirez, se encuentran las siguientes:
Incluir en las paletas vegetales plantas nativas que favorecen a los polinizadores nativos e incrementar así la diversidad y abundancia de los recursos florales, con el fin de mejorar la disponibilidad de alimento para los distintos grupos de polinizadores. La mayoría son atraídos hacia donde los recursos florales son mas variados y abundantes.
Mejorar la estructura de la vegetación en los parques, considerando especies de todos los estratos: árboles, arbustos, herbáceas, etc.
Las plantas no solo son importantes para los polinizadores por sus flores, muchas de ellas son hospederas o brindan recursos para anidación; por ejemplo, las abejas carpinteras hacen sus nidos en troncos de árboles. Así entonces, una estructura vegetal diversa ofrece distintos microclimas y otros recursos para su sobrevivencia.
Elaborar ensambles de plantas con diferentes fenologías florales que aseguren la disponibilidad de flores a lo largo del año para promover la presencia de recursos florales en las distintas estaciones, beneficiando a los polinizadores que tienen ciclos de vida variados o con migraciones.
Y en relación con la biodiversidad, diremos que hay factores o causas de su perdida, las cuales se concentran según el IPBES (2019) en su Evaluación Global de la Biodiversidad y los Servicios de los Ecosistemas, que identificó cinco motores directos de pérdida de biodiversidad: “cambios en el uso de la tierra y el mar, explotación directa de organismos, cambio climático, contaminación y especies exóticas invasoras. Sin embargo, detrás de estos subsisten motores indirectos como el crecimiento demográfico, el desarrollo económico y tecnológico, los conflictos y las epidemias, entre otros.”
¡Cuidemos, protejamos y conservemos a las abejas y la Biodiversidad!