Como es bien sabido en diciembre de 2000, mediante una resolución aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas decidió proclamar el 22 de mayo, fecha de la aprobación del texto del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) firmado en 1992, como el Día Internacional de la Biodiversidad.
Ahora, en este año, el lema del Día Internacional de la Diversidad Biológica es: “Armonía con la naturaleza y desarrollo sostenible». Y se dice que dicho tema elegido es un llamamiento a la acción para detener e invertir la pérdida de biodiversidad por parte de todos los sectores.
La ONU ha diseñado un Plan con 23 metas para cumplirse en los 2030 y 4 objetivos mundiales para el 2050, ambos con el fin de detener y revertir la pérdida de la naturaleza en 25 años. Y entre los elementos clave se encuentran: restaurar el 30% de los ecosistemas, reducir a la mitad los desechos de alimentos e invertir al menos 200.000 millones anuales en estrategias que beneficien a la biodiversidad.
La conservación de la Biodiversidad es importante y trata de incidir en:
• La desaparición y el deterioro de la biodiversidad y los ecosistemas pues ello afectará el logro del 80% de las metas de ocho de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
• Además, la actividad humana ha alterado el medio ambiente terrestre en un 75% y el marino en un 66%.
• Y un millón de especies de animales y vegetales están en peligro de extinción.
Pero hay que tener claro que las causas principales de la pérdida de Biodiversidad son:
Cambios en el uso del suelo:
La deforestación, la expansión de la agricultura y la urbanización destruyen y fragmentan los hábitats naturales, lo que reduce la disponibilidad de espacio y recursos para las especies.
Explotación de recursos naturales:
La sobrepesca, la caza furtiva y la extracción de recursos naturales en general pueden llevar a la disminución o extinción de las poblaciones de especies.
Contaminación:
La contaminación del aire, el agua y el suelo puede afectar negativamente a la salud de los seres vivos y a los ecosistemas, dificultando su supervivencia y reproducción.
Cambio climático:
El aumento de la temperatura global, los cambios en los patrones de precipitación y los eventos climáticos extremos pueden alterar los hábitats y las poblaciones de especies.
Especies invasoras:
Las especies que son introducidas a un área donde no son nativas pueden competir con las especies locales y causar la pérdida de biodiversidad.
Por su parte, se estima que en México se ha perdido alrededor del 50% de los ecosistemas naturales, con mayor impacto en selvas, pastizales y bosques nublados. Y a nivel global, el Informe Planeta Vivo de WWF, indica que las poblaciones de vertebrados han disminuido un 73% en 50 años. Y también están estas otras cifras dadas a conocer por la ONU acerca de la crisis de la naturaleza.
• El 75% de la superficie terrestre del planeta ha sido alterada significativamente por las acciones humanas, incluido el 85% de las áreas de humedales. (IPBES)
• El 66% del área oceánica se ve afectada por las actividades humanas, por ejemplo, las pesquerías y la contaminación. (IPBES)
• Cerca del 90% de las poblaciones de peces marinos del mundo están siendo explotadas a su máxima capacidad de regeneración, están ya sobreexplotadas o agotadas. (UNCTAD, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo)
• Nuestro sistema alimentario mundial es el principal responsable de la pérdida de biodiversidad, y tan solo la agricultura por sí sola supone una amenaza identificada para 24.000 de las 28.000 especies en riesgo de extinción. (Chatham House y el PNUMA)
• Se estima que la expansión agrícola representa el 70% de la pérdida proyectada de biodiversidad terrestre. (CDB, Convenio sobre la Diversidad Biológica)
Bajo esta tesitura, queda bastante claro la relevancia y trascendencia de la biodiversidad para el plantea y los humanos, sin embargo, hay que corregir la dirección en que vamos, pues más allá de si se cumplen las metas y objetivos que señala la ONU, lo que esta de fondo y en juego, es nuestra supervivencia y de muchas especies más, en el mediano plazo.
La discusión sobre el futuro de la biodiversidad se centra en la importancia de la variedad de vida en la Tierra, desde las estructuras genéticas hasta los ecosistemas, y cómo esta diversidad es fundamental para la salud del planeta y la supervivencia humana.
Esta discusión incluye la preocupación por la pérdida de biodiversidad debido a actividades humanas, la necesidad de su conservación y las medidas para protegerla, así como las implicaciones de la pérdida de biodiversidad para la salud humana, la seguridad alimentaria y el equilibrio de los ecosistemas.
En este sentido, hay que subrayar que la importancia de la biodiversidad consiste en:
La biodiversidad es la base de la vida en la Tierra, proporcionando servicios ecosistémicos esenciales como la producción de alimentos, la regulación del clima, la purificación del agua y la polinización, entre otros.
Pero hay muchas amenazas como son la pérdida de hábitats, la contaminación, el cambio climático, la sobreexplotación de recursos naturales y la introducción de especies invasoras, por lo cual hay que apretar el paso, las medidas regulatorias, crear nuevas figuras y mecanismos para su protección e incrementar el financiamiento.
Pero, además, hay que cambiar de paradigmas como lo es el enfoque hacia el biocentrismo, la coexistencia o coevolución, la corresponsabilidad y el decrecimiento económico sostenible.
Lo que tenemos enfrente, tal como lo dice la ONU, es una crisis de la naturaleza provocada principalmente por nosotros los humanos, a pesar de ser racionales.
No tenemos de otra, o conservamos la biodiversidad contra viento y marea o nos hundiremos en el colapso en los próximos años.
Y tal como nos lo recuerda T.E. Lovejoy (1992), aunque hayamos aprendido a gestionar otros aspectos del medio ambiente global, aunque la población alcance un nivel estable, aunque llegue un tiempo en el que las crisis medioambientales pasen a la historia, aunque la mayor parte de los residuos se hayan eliminado, a excepción de los de mayor duración, aunque los ciclos globales hayan vuelto a modos más normales, la mejor medida de nuestra gestión del medio ambiente global será la cantidad de biodiversidad biológica que haya sobrevivido.
El concepto de punto caliente o hotspot de biodiversidad ha sido desarrollado por científicos para controlar y enfocar los esfuerzos de conservación. Y en el municipio de Querétaro, se ha identificado all Parque Recreativo Joya La Barreta y el Parque Alfalfares como «hotspots» locales de biodiversidad, por su gran cantidad de especies de aves y otros animales.
De cara al 2030 se pueden considerar algunas acciones y proyectos como:
• Contar con una política pública definida con respecto a la biodiversidad, que incluya proyectos aprobados y programas anuales enfocados en la restauración de la biodiversidad urbana con especies nativas de los ecosistemas locales.
• Incrementar y financiar sustancialmente los servicios ecosistémicos de la biodiversidad urbana.
• Disminuir el impacto de las Islas de calor a partir de la revegetación urbana.
• Integrar escenarios de biodiversidad al Atlas de Riesgo del Municipio de Querétaro vigente y a todos los programas de la administración municipal.
