Rusia se ha dedicado en los últimos días a rebajar las ilusiones de los países europeos sobre un posible acuerdo de paz en Ucrania antes de que concluya el año.
Moscú ha rechazado las modificaciones al plan de paz de Estados Unidos antes incluso de recibirlas por escrito. “No sé lo que saldrá en papel después de esas consultas. Pero difícilmente será algo bueno”, comentó Yuri Ushakov, asesor de política internacional del Kremlin.
El presidente ruso, Vladímir Putin, se mantiene en sus trece a la espera de que los emisarios del presidente de EE.UU., Donald Trump, regresen al Kremlin.
El futuro de Ucrania en la OTAN
La principal línea roja para Rusia sigue siendo el ingreso de Ucrania en la OTAN. Moscú mantiene que ese precisamente fue el detonante del conflicto que estalló en 2014 -planes para una posible base aliada en la península de Crimea-, por lo que no piensa ceder en ese terreno.
El problema es que tampoco parece dispuesto a aceptar que Kiev reciba garantías de seguridad de Occidente similares al artículo 5 del Tratado de la Alianza Atlántica. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recordó a Europa que “al hablar de garantías de seguridad, no podemos limitarnos sólo a Ucrania”.
Se refería al compromiso de la OTAN de que no se expandirá hacia el espacio postsoviético, un asunto muy sensible para el Kremlin, que mantiene que Occidente «le engañó» antes de que se desintegrara la Unión Soviética con el fin de que apoyara la reunificación alemana.
Sin tregua navideña
En línea con su negativa a hacer cualquier concesión al enemigo, el Kremlin rechazó este martes la tregua navideña propuesta por el canciller alemán, Friedrich Merz, y apoyada por el líder ucraniano.
“Nosotros queremos paz, no una tregua que dé respiro a los ucranianos y que les permita prepararse para proseguir la guerra”, dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Para los rusos ya no existe el dilema sobre qué hacer primero: negociar o dejar de pegar tiros. No habrá cese de las hostilidades hasta que se satisfagan todas sus demandas. En caso contrario, la guerra continuará en 2026.
Rusia se ha negado desde un principio a discutir siquiera la cuestión de las reparaciones a Ucrania por las destrucciones causadas por la guerra. Y no se ha limitado a condenar de palabra la congelación de sus activos en territorio de la Unión Europea (UE), que inmovilizó indefinidamente ese dinero -unos 210.000 millones de euros- para reconstruir Ucrania.




