La ruptura de una importante presa a orillas del río Dniéper, línea divisoria entre los ejércitos ruso y ucraniano en el frente sur de la guerra y de cuyo colapso se acusan los dos países mutuamente, provocó evacuaciones de más de dos mil residentes de ambos lados y daños ecológicos aún por cuantificar.
La presa, situada en la ciudad de Nueva Kajovka, ocupada por las fuerzas rusas desde febrero de 2022, inmediatamente tras iniciar Rusia la guerra en Ucrania, empezó a colapsar sobre las 2:00 h local, cuando los rusos la volaron “desde dentro”, según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Sin embargo, las autoridades rusas afirmaron que 11 de las 28 válvulas de la central hidroeléctrica fueron destruidos inicialmente por “una serie de ataques numerosos” por parte de las fuerzas ucranianas con lanzaderas de misiles múltiples Alder.
El Kremlin negó rotundamente estar detrás de la destrucción de la presa y aseguró que se trata de un “sabotaje deliberado” de Kiev. El Comité de Instrucción, dependiente de la Presidencia rusa, ha abierto posteriormente un caso penal por “atentado terrorista”.
Acusaciones cruzadas
En total 80 localidades se encuentran en la zona de peligro a lo largo del río Dniéper, cuya orilla izquierda ocupan las tropas rusas tras retirarse en otoñó pasado del tercio norte de Jersón, y las fuerzas ucranianas la ribera derecha.
La teoría de Kiev es que Rusia hizo volar la presa para, entre otras cosas, “crear obstáculos insuperables en el camino del avance de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, tuiteó el asesor de la Presidencia, Mijailo Podolyak.
El gobernador interino de Rusia en Jersón, Vladímir Saldo, aseguró que la destrucción de la presa “no impedirá que nuestros militares defiendan la margen izquierda” del río Dniéper.
Pese a la inmediata condena internacional por parte de la Unión Europea (UE) y de la OTAN de la destrucción “por parte de Rusia” de esta infraestructura civil, algunos medios occidentales han comenzado a advertir de que imágenes de satélite tomadas entre el 28 de mayo y el 5 de junio muestran que la presa sufrió daños en los días previos.
Casi dos mil evacuados en ambos lados del río
El alcalde impuesto por Rusia en Nueva Kajovka, Vladímir Leontiev, decretó el estado de emergencia y se está evacuando en tres distritos cercanos a la presa. Cerca de 900 personas fueron trasladados a otros lugares, según los servicios de emergencias rusas.
El nivel de agua en la localidad ha subido ya a 12 metros, mientras que en otras zonas cercanas es de 11.2 y de 7.3 metros. Cerca de 600 casas han sido inundadas.
La rotura de la presa afecta a 14 localidades donde viven 22 mil personas, según el presidente del Gobierno impuesto por Moscú en la región, Andréi Alekseenko.
La hidroeléctrica de Kajovka, construida en la década de los 1950, contenía 18 millones de metros cúbicos de agua.
Zelenski convocó de inmediato una reunión del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, y dio instrucciones para evacuar a los civiles de las zonas en peligro y proporcionar agua potable a las localidades que dependen del embalse de Kajovka.