Dentro de lograr el mando total o denominado único, sería el objetivo de mayor claridad en el contexto de la recién constituida Organización de las Naciones Unidas, la reunión en San Francisco Ca. dejaba entre cierto algunas ideas que acompañan a esta perspectiva, de permitir la pacificación del globo terráqueo, pero en contexto total, estamos ante la presencia de organizar al mundo para lograr un control y evitar a toda costa que se genere un nuevo conflicto mundial, o al menos, esa era la respuesta.
Oficina de Franklin Delano Roosevelt, 8 de marzo de 1944.
La secuela de la poliomielitis le tenía con agudos dolores de cabeza al mandatario norteamericano, seguir de cerca los movimientos en Europa de la llamada “gran guerra” le aumentaban el estrés, por ello los doctores recomendaban constantes descansos entre las largas jornadas de trabajo, las cuales mantenían en filo la participación de la potencia americana, misma que era cautelosa en su participación, hasta el momento no había amague o insinuación alguna al movimiento armado que no fuera como simple proveedor de materiales de guerra a los ingleses.
Una llamada le sorprendió durante su primer descanso del día, era Winston Leonard Spencer Churchill, primer ministro de Inglaterra.
—¿Dime presidente como vas de salud?
—¡Muy bien viejo zorro! he de decirte que los dolores agudizan, pero nada que la morfina no pudiera disminuir.
—No abuses de ella amigo presidente, las consecuencias pueden ser graves, deseo manifestarte la invitación a que logremos una pacificación no armada, con el mínimo de bajas en un movimiento que debemos discutir de manera presencial.
—Leí tu idea en el informe que me hiciste llegar, no me parece fuera de lugar, pero lograr la rendición de Alemania la miro difícil, ese Adolf es un hipnotizador de serpientes, debemos estar con tientos.
—Dejo a tu consideración, yo ya logré hablar con Edelmiro Julián Farrel, —presidente de Argentina— no le parece mala la idea de lograr una rendición y una extradición de “lobo blanco”—nombre clave de Adolfo Hitler en este plan—.
—¡Si logras esto viejo zorro te haré una escultura junto a Abraham Lincoln…! — dijo animado Roosevelt.
—Ve fundiendo el bronce…
Oficinas de la OCDE, congreso de embajadores y ministros representantes de países miembro de la organización, el tema de agenda: Pensiones y PIB —Producto Interno Bruto— Suecia 2009.
Después del zafarrancho de la última sesión, despertó el joven sacerdote Retiñere Jürgen, quien había perdido una pieza dental por la causa del golpe recibido en la última sesión en donde todo se salió de control, por comprender que para evitar que las pensiones se siguieran pagando —representando el 13% de PIB de varios y numerosos países afiliados a la OCDE— la propuesta de validar la eutanasia como medida “del bien morir” y disminuir así la población de pensionados, había ocasionado un enfrentamiento entre los participantes al congreso.
Ya el médico le había aconsejado no participar en la jornada, porque necesitaba que cerrara la herida de su pieza dental, pero no tardó en levantarse y asistir a las conclusiones.
Sala del congreso, ese mismo día y lugar, cierre y conclusiones 4:00 pm horario local.
Tocaba el turno a la candidata a la presidencia del Banco Mundial la francesa Christine Madeleine Odette Lagarde, quien tenía la propuesta de las llamadas “duras” para lograr cerrar el congreso y dejar claras las políticas económicas que se avecinaban —una vez los trabajados de las sesiones concluyeron y dejaron “creativas ideas” para evitar crisis económicas mundiales, por cuestión de lograr desaparecer las pensiones.
Su participación era de las más esperadas, porque lograban definir el rumbo del Banco Mundial —ya en tiempo después lograría ser también una candidata acorde para presidir el Fondo Monetario Internacional, pero primero debería hacer un papel decoroso en el Banco Mundial—.
Después de mostrar estadísticas y laceraciones causadas por las pensiones en los países como USA, China y Reino Unido —quienes la tenían propuesta para presidenta del organismo— resaltaba la “nulidad” de una clase que “costaba demasiado” “sangraba a los organismos de salud” y que gran parte de las políticas de salud se centraban en los grupos como diabéticos, hipertensos, tercera edad —solo pensionados, los que aún estaban en población activa no eran requeridos— y que al estado les costaban miles de millones de dólares.
«… las marcas internacionales no ayudan en este acompañamiento, las harinas refinadas, las azúcares y las sodas, son las principales causantes de todo este declive de salud de la población, cierto, representan como sector empresarial activo millonarias ganancias al estado y al sistema de control de capitales, pero han menguado la salud a tal punto, que son los causantes de más de las 42% de muertes anuales en países de primer mundo y aproximadamente causantes de más del 52% de fallecimientos en países en desarrollo…»
La audiencia no pareciera admirada de las cifras —muchos de ellos ya las manejaban desde hace décadas—.
«… es menester de los organismos internacionales lograr un freno a esta actividad de pensiones, porque por la falta de salud y alimentos balanceados, deben de contar que la llamada “calidad de vida de la tercera edad” representan para un país como Estados Unidos, más del 16% del PIB, similar al de Francia… invitamos a los representantes de los países a votar por la eliminación de las pensiones de manera gradual, implícitas en sus propias leyes y consideraciones, o de lo contrario quien no lo hiciera, en contra, estaría violentando los tratados internacionales de organismos que nutren sus economías…»
Al entrar a la sesión de preguntas —quienes ansiaban se diera— la candidata al Banco Mundial dejó claro que solo serían un par de participantes por el programa que se había alargado.
Primera participación, Uganda.
—En sí, ministra, deseamos nos especifique el modo de operación de una política de pensiones, debido a que tenemos regímenes de distinto modo y tradición, así como el del uso de pensionados y ejercicios de jubilados. En específico ¿cuál creerá que es la mejor manera de lograr que los pensionados ya no tengan su ingreso? Estaríamos hablando del sector de mayor vulnerabilidad de los países.
Christine Madeleine Odette Lagarde se quedó pensando, sacó un folder de color gris y tomó un discurso —que se sabía ya estaba planeado sucediera así— entre cortadas participaciones y una lectura vivaz y acentuando frases que sentía debían de solventarse, concluía con una idea central:
«… es menester de cada país, lograr acercar políticas públicas para ir disminuyendo de manera gradual, claro sin tardanzas extremas, aquellas poblaciones cercanas a lograr beneficios de pensión, es más, sin rodeos, terminen de una buena vez con estos sistemas o colóquenlos dentro de la iniciativa privada para lograr una mayor efectividad, el estado, cualquiera que sea, debe difuminar cualquier pesquisa de un plan de pensiones, eso será ya menester de los particulares… ¡qué ahorren!»
Segunda participación, Chile.
—Entonces considera prematuro que los sistemas de Afores que en nuestro país va funcionando de mejor manera ¿puedan ser eliminados de facto? esto traería un levantamiento social y una fuerte crítica a los sistemas de financiamiento de los bancos.
«… hagamos eso, o de lo contrario, ni una pandemia mundial que terminara con esta población tan frágil, traería tantos beneficios…»
La sala se quedó en un espectral silencio…
Oficina de la Casa Rosada, Edelmiro Julián Farrell, último presidente argentino de los llamados “de facto”, 11 de marzo de 1944.
Una vez que logró meter a la cárcel a su amigo el general Juan Domingo Perón, por diferencias “irreconciliables” el país entero preparaba un movimiento obrero sin precedentes, sindicatos les acompañaban en las pláticas, los servicios de inteligencia del presidente Farrell le tenían con claras participaciones, que establecían, liberaba a Perón o el país se iría por completo a una gran huelga, a lo que el presidente no ponía atención por estar ocupado con Churchill en constantes llamadas y telegramas.
Las llamadas insistentes del servicio secreto de inteligencia británico —Mi—atinadamente escogieron Argentina como el país destino de “lobo blanco” si lograr abdicar a su incesante intención de lograr una “alemanización” de toda Europa y parte de Asia.
Los lugares escogidos, desde los chalets en Bariloche, las fronteras con Chile, la propia Buenos Aires, tenían al general ocupado en mesteres internacionales, hacía en mucho tiempo que los argentinos deseaban apoyar libremente a los ingleses en las incesantes batallas, más la guerra no estaba declarada a Alemania y eso lo convertía en zona neutral.
Ya el encargado de negocios internacionales de Argentina en pasados tiempos Juan Carlos Goyeneche, había tenido acercamientos con cercanos a Hitler en específico, para lograr vislumbrar una ayuda del país en los tiempos del general Ramón Castillo en 1943 a cambio de dar al país americano Las Malvinas, no fructificó.
El presidente Argentino Edelmiro Julián Farrell, contestó a las constantes invitaciones con el tono de “no comprendo el objetivo” porque no se le había dado a conocer, solo sabía que “lobo blanco” sería quien viviera en los lugares asignados, por medio de un intercambio, aunque no sabía la identidad del nombre clave, sabía que era alguien importante en ese momento, debido a lo que se estaba planeando, desde construir el chalet para que habite, hasta la apertura de cuentas bancarias en francos con fondos de una cuenta en Suiza, establecer un cerco de cuidados de primer nivel y evitar a toda costa, lugares públicos o concurridos para quienes estaban preparando la llegada del misterioso protagonista.
Simplemente desde la Casa Rosa se dio el permiso —como si lo hubieran necesitado— de que se llevara a cabo la operación “inserción de lobo blanco” que tendría como causa la posible negociación de las Malvinas.
30 de abril de 1945, Mando de las Wehrmacht, Berlín Alemania.
El centro de Berlín colapsa ante la inminente llegada de los aliados, aquella fuerza que determinó el ingreso por Normandía y que permitió la debacle del ejército alemán, quienes ya divididos en varios frentes, no les fue posible lograr atender las estrategias que llegaron desde Washington y Londres.
El encargado de la captura e infiltración de “lobo blanco” era el único que sabía la identidad, los demás soldados de inteligencia solo estaban enterados de sustracción de objetivo, levantamiento vía terrestre hasta 43 millas hacia el norte y luego enviarse a América, el destino de llegada de la aeronave estaba sin definir, era importante sacar al objetivo sin caer en manos de la temida SS, que estaban vendiendo caro el sitio, al precio que fuera.
La inserción fue por una detonación al sur del complejo determinado como “bunker” un edificio de granito impenetrable, el cual bajo circunstancias tradicionales hubiera sido imposible detonarlo y dañarlo, solo que la explosión viniera desde dentro.
¡Así sucedió!
Una detonación volteó la pared del edifico “pantalla” de una hacedora de pan, después bajo un intrincado pasadizo —que más bien pareciera laberinto— se infiltraron con el cuerpo que previamente se había estilizado, en donde al llegar al cuarto fue depositado junto a una mujer que había fallecido de un tiro en la cabeza, al descubrir la bolsa se distinguió un alto parecido al Reich, nadie hizo caso —varias veces se había hecho esta maniobra, el equipo estaba acostumbrado—el objetivo fue señalado y sacado del salón bajo la misma forma en como entraron.
—Identifíquese…
—¡Objetivo lobo blanco! — en un inglés pésimo.
—Sr, un vehículo escoltado le espera, el camino será largo, son 49 millas a su destino.
Por reflejo —o estimulado por costumbre— lobo blanco juntó los tacones de sus botas y estuvo a punto de alzar su brazo derecho, cuando un vigilante escolta de tez rubia le impidió hacerlo.
—¡Dejará de hacer esto por favor! la vida de usted depende de ello.
Continuará…