Los proyectos “Aqropio”, de la Secretaría de Servicios Públicos y “Del Cielo a la Tierra”, de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, nacidos en la segunda generación del Gabinete Juvenil 2023, obtendrán recursos para hacerlos realidad de aquí a 2024.
Así lo informaron la directora del Instituto Municipal de la Juventud, Sara Elena Urbiola Jiménez, y la regidora presidenta de la comisión de la Juventud del Ayuntamiento de Querétaro, Maricarmen Presa Ortega.
La regidora detalló que se destinará sólo una bolsa de 10 millones de pesos; a comparación de la primera generación del Gabinete Juvenil, en el que se dobló la cantidad presupuestal, a 20 millones.
Sara Urbiola puntualizó que, en total, participaron 120 jóvenes para pertenecer al gabinete juvenil, de los cuales, fueron aceptados 43, quienes trabajaron con todas las dependencias del gabinete legal de la alcaldía, para generar proyectos de mejora de acciones al interior. De este proceso, se derivaron 15 proyectos de los jóvenes.
“Es un espacio donde los jóvenes proponen, crean proyectos, toda esta parte de la innovación y las ideas que, como jóvenes, traen. La idea es que ellos también conozcan qué se hace en la administración pública, que conozcan cada una de las secretarías. Con eso, nosotros recibimos 15 proyectos”, señaló.
De este total, cinco proyectos fueron sometidos a votación, del 4 al 8 de septiembre entre jóvenes de entre 15 a 25 años, siendo Aqropio y Del Cielo a la Tierra, los que tuvieron el mayor apoyo. Participaron más de 2 mil 700 consultados, en un proceso virtual vigilado por el Instituto Electoral del Estado de Querétaro, y la Comisión de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INFOQRO).
“Aqropio” se trata de que, a través de la Secretaría de Servicios Públicos, se fortalezca la recolección de Residuos Valorizables y de Manejo Especial, con un Centro de Acopio móvil que también brinde talleres de educación ambiental.
Mientras que “Del Cielo a la Tierra”, en la Secretaría de Desarrollo Sostenible, plantea el mapeo de las áreas protegidas de la capital, con el objetivo de saber con cuantas toneladas de carbono cuentan para lograr certificaciones ambientales. Estos reforzarán acciones similares que ya se ejecutan en dichas dependencias.