En fechas recientes, el presidente ha sido constante en sus ataques contra el Instituto Nacional Electoral. Ha dicho, “nosotros triunfamos porque fue una ola, era imposible hacer un fraude. Pero, en las elecciones anteriores, lo permitió el INE”. Ha reiterado que el órgano electoral es el “ejemplo más claro” de organismos “que no hicieron nada, que no los conoce la gente, y que los crearon para que se simulara y se hiciera la vista gorda”.
Es triste que con esta actitud, AMLO desconozca el importante proceso histórico que logró quitarle al presidente y su partido la organización fraudulenta de los procesos electorales. La izquierda luchó por décadas contra los fraudes electorales del régimen priísta. El IFE-INE ha permitido la competencia partidista y la alternancia en el poder.
Aunque en lo personal tuve un fuerte desencuentro con esta institución durante el proceso para lograr la candidatura independiente, motivado por lo que consideré fallas en la aplicación digital para recabar firmas, estoy convencido de que el INE es un pilar para la vida democrática del país. Existen áreas por mejorar, pero hay que entender que por encima de los personajes están las instituciones; se debe promover su evolución, no su destrucción.
Esta semana esta convocado el Congreso para definir el nombre de 4 Consejerías en el INE. Garantizar que sean elegidos dos hombres y dos mujeres totalmente independientes del poder es fundamental. Habrá que examinar a profundidad cada uno de los perfiles que integran las listas que revisará la Junta de Coordinación Política y que deberán votar dos terceras partes de la Cámara de Diputados.
Por lo pronto es buena señal que en el comité técnico que integró las quintetas propuestas, John Ackerman haya hecho un berrinche por no poder imponer a la amiga de su esposa. El #INEesDeTodos y no podemos permitir que un grupo en el poder intente imponerse en la conformación del árbitro electoral. Contar con un Consejo Autónomo es indispensable.
En lugar de atacar al INE, el gobierno debería convocarnos a atender problemas que aún prevalecen. Por ejemplo, ¿cómo acabar en 2021 con el encadenamiento maldito de las 6 palabras con C? Campañas políticas en donde se Compran de votos a Clientelas electorales; donde los Compadres de los Candidatos las financian ilicitamente, para después quedarse con Contratos de obra pública o introducir al Crimen en las instituciones una vez que ganan el poder.
Si verdaderamente se pretende acabar con la corrupción en México y fortalecer la vida democrática del país, es ahí donde el actual gobierno debería invertir recursos y fortalecer las capacidades institucionales.
Uso de efectivo. El manejo de dinero en efectivo que según datos de Integralia se ha incrementado de manera desproporcionada previo a las elecciones de 2000, 2006, 2012 y 2018.
El circulante se usa para pagar mítines, entregables, despensas, así como la movilización y compra del voto. Fortalecer la coordinación institucional para mejorar la fiscalización es prioritario.
Instituciones. Las áreas de investigación especializadas como la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales carecen de capacidades materiales y personal suficiente para castigar actividades ilícitas en torno a los delitos electorales. Dado que historicamente, los programas sociales se han utilizado en beneficio del partido en el poder a nivel federal y local, el cambio en el tipo penal debe ir acompañado de mayores recursos y autonomía institucional.
Crimen organizado. Otro problema grave es el infiltramiento del crimen organizado en las instituciones gubernamentales y también en los procesos electorales, donde en diversas zonas del país, inclinan la balanza en beneficio de determinadas campañas políticas. Mapear las áreas del territorio nacional donde esta ingerencia ha tenido preocupantes apariciones en la historia reciente sería una ruta para garantizar la presencia de la Guardia Nacional.
Hay muchos desafíos para que las elecciones estén libres de sesgos e ingerencias de todo tipo. La #SociedadHorizontal que anhelamos debe estar atenta a que los perfiles que se elijan como consejeros y consejeras, gocen de total independencia del poder, debe aportar elementos de información y transparentarlos en caso de que no sea así. Recordemos que las soluciones las construimos todos. El futuro de nuestra democracia depende de tener un INE autónomo.