El cinco de diciembre de 2023; la UNESCO declaró al género musical: Bolero, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, a propuesta de México y Cuba. Teniendo como antecedentes, que, en 2018, los mexicanos lo nombraron Patrimonio Cultural Inmaterial-también Cuba en 2021, le otorgó esa distinción-, el reconocimiento fue bien recibido por melómanos y amorosos, por cultos y anónimos, que encuentran en el Bolero la forma de expresión músico literaria que da vida a un vaso comunicante, que une sentimiento y canto masivo. En nuestra tierra, los Boleros son esencia de amores y desamores, de festejos, soledades, alegrías, tristezas… de la vida. Su historia tiene diferentes fechas de inicio, algunos estudiosos señalan que Sebastián Cerezo, compositor hispano, en siglo XIX, dio vida a “Bolero”; sin embargo, añaden que solo en el nombre, la obra tiene que ver con el bolero cubano. A finales del XIX, 1883 en Santiago de Cuba, con acompañamiento musical de guitarras y percusión, José Sánchez, compositor/cantor isleño, compuso “Tristeza,” considerado el arranque del hoy Patrimonio Cultural.
“Hay un amor muy grande/ que existe entre los dos, / de ilusiones blancas/ y rosas como una flor. / Un cariño y un corazón/ que siente y que ama/ si no me olvidas siempre felices/ seremos los dos”- fragmento,” Morenita Mía” Armando Villarreal.
En México tienen diferentes fechas y versiones sus primeros días, en Yucatán se afirma que “Madrigal”, Texto de Carlos R Menéndez- 10/ V/ 1842- Mérida Yucatán- 12, diciembre 1961; música de Enrique Galaz Chacón, Hunucmá, Yucatán 27-III- 1897- Tijuana Baja california, 2- agosto,1972, es el despertar del extenso repertorio mexicano; por ser una obra muy peninsular su difusión no logro impactar en el gusto nacional como “Morenita mía” -1919-, de Armando Villareal, Hidalgo, NL ,1903,-Monterrey; Nuevo León, 1976, la cual también es considerado, el primero. Los trovadores lo aceptaron y lo llevaron por serenatas, intimidades, encuentros y desencuentros amorosos, que encontraron el medio musical para contar sus historias. En la década de 1920, Guty Cárdenas, Ricardo López Méndez, Agustín Lara, María Grever, por solo mencionar a compositores crearon boleros que pronto conquistaron adeptos; el salto fue importante, de la intimidad a los escenarios, de la individualidad a la masificación. La iniciativa para lograr la distinción fue copatrocinada por el Instituto de Preservación y Fomento del Bolero en México A.C. en la que Cecilia Margaona funge como vicepresidenta y, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba que preside Sonia Virgen; en la exposición de motivos, el Dr. Jesús Antonio Rodríguez Aguirre, titular de la dirección General de Culturas Populares Indígenas y Urbanas de la Secretaria de Cultura de México señaló: “ por supuesto el bolero es memoria colectiva, es memoria histórica de la resistencia, es decir para nadie, para nadie es un secreto que el bolero nace de una fuerte raíz de la negritud y con eso no estamos hablando de que sea exclusivo pero si ha mantenido en ese sentido no solamente la sonoridad de la percusión menor sino también una memoria importante de las comunidades, hoy estamos hablando de la costa chica, hoy estamos hablando de Santiago de Cuba, pero también estamos hablando de parte que no han sido visibilizadas como tal como el mismo México … lo que se está proponiendo no es la inscripción de un género musical, por eso es importante distinguir a la comunidad alrededor del bolero de la industria musical, es una practica cultural de una comunidad transterritorial”.
“Yo sé que es imposible que me quieras/ que tu amor para mí fue pasajero, / y que cambias tus besos por dinero/ envenenando así mi corazón” fragmento Imposible, Agustín Lara.
A finales de los 30s- 1938-1940-, Consuelo Velázquez, creo “Bésame Mucho”, que fue llevada a los acetatos en 1941, por Emilio Tuero, en 1944, Andy Russell la grabó, logrando 14 semanas el disco con altas ventas en lo alto del Hit Parade norteamericano; existe una versión de que el origen del cantante se encuentra en el Estado de Querétaro que, su nombre era Andrés Rábago, el cual se cambio al nacionalizarse estadounidense; la referencia debe tomarse con reservas, ya que Rusell jamás quiso aclararla. La obra de Consuelo entre otros muchos interpretes mundiales cuenta con la de los Beatles, siendo la única canción mexicana que interpretó el inmortal cuarteto. Enel siguiente década la irrupción de los tríos, teniendo como figuras a Los Panchos- Alfredo “Güero” Gil, Jesús “Chucho” Navarro, Hernando Avilés con sus presentaciones en el oriente, sobre todo en Japón, dejaron una estela luminosa, siendo ejemplo para otras organizaciones musicales similares que pronto se convirtieron en figuras del espectáculo nacional con presencia internacional; si bien existían notables tríos antes del triunfo de Gil-Navarro-Avilés -Trio Matamoros; Los Calaveras, etc.- son “Los Panchos” su punta de lanza. El bolero tiene una facilidad para adaptarse a otros géneros, entre ellos al estilo “ranchero”; Rubén Fuentes, compositor, musico, arreglista, productor, logró lo que conocemos como ”bolero ranchero”, con letra de Alberto Cervantes, “Cien años”- Pasaste a mi lado con gran indiferencia…”, boleros acompañados por mariachis; otra vez regreso a un lugar privilegiado en la memoria canora; en los 50s, Cesar Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Frank Domínguez; los mexicanos Vicente Garrido; Mario Ruiz Armengol, Enrique Sánchez Alonso, dieron vida al “Feeling”, boleros con armonías jazzísticas,el cual nos dio canciones de impecable calidad y emoción. “Lucho” Gatica, intérprete chileno, con “Amor mío” de Álvaro Carrillo continuo el camino continental del bolero mexicano .
“Bésame, bésame mucho, Como si fuera esta noche la última vez/. Bésame, bésame mucho/ que tengo miedo perderte/ perderte después. / Quiero tenerte muy cerca/ mirarme a los ojos/ verte junto a mí. / Piensa que tal vez mañana/ yo ya estar lejos/, muy lejos de ti.” fragmento, “Bésame mucho” Consuelo Velázquez.
Su vigencia y permanencia tiene entre otros elementos su fusión con otros géneros musicales y su acrecentada temática romántica; así surgieron el bolero-balada, el bolero-cumbia, el bolero “norteño”, integrándose con la polka, la redova, etc. Manzanero, Luis Demetrio, Juan Gabriel, Lolita de la Colina, Marco Antonio Solís, por solo mencionar algunos de los exitosos que con estas simbiosis musicales componen temas de éxito. Tengo la fortuna de haber compartido bohemiadas, cantadas, serenatas, con cultivadores del género de frontera a frontera: Ignacio Osornio, Raúl Barba, Roberto López Herrera en Tijuana, donde inicia América Latina; en Playas de Rosarito María Rey; Mario Trejo Dozal en Mexicali, en Yucatán Maricarmen Pérez, Sergio Esquivel. QEPD, Juan Acereto Manzanilla, en Sinaloa, Efraín Montoya” Payín”; en La Comarca Lagunera, Luis “Guicho” Cisneros” compositor de “Gema”, “Tres regalos”, “Alma mía” entre otros boleros, sus restos descansan en Santiago de Querétaro. En mi repertorio de autor ocupan un sitio primordial, con música de Guadalupe Trigo, Felipe Bojalil Garza, Eduardo Magallanes; el argentino Jorge Casarín, “Maximiliano”; el peruano “Lucho” Neves y otros compositores le he puesto palabras a los sentimientos amorosos en compas de 4/4.
“Como un rayito de una/ entre la selva dormida, / así la luz de tus ojos/ ha iluminado mi pobre vida. / Tu diste luz al sendero/ en mis noches sin fortuna;/ iluminando mi cielo/ como un rayito claro de luna. – fragmento “Rayito de luna/ Chucho Navarro.
Al conocer la importante noticia de la distinción de la Organización de las naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- UNESCO- me congratule, porque soy otro de los que cuento con emoción boleristica y recordé a “Gabo” que escribió sobre el bolero:
“El bolero es una entidad operante, funcional, que no se conforma con empalagar el gusto de los admiradores, sino que penetra más hondo y se deja oír, no como una simple melodía, sino como una combinación musical con aplicaciones prácticas. Los Panchos tienen una responsabilidad especial en la humanización de ese ritmo, casi tanta como la tiene Agustín Lara y que puede ser responsabilidad penal, si se tiene en cuenta el surtido de adjetivos musicalizados que ha puesto en boga y que son una especie de secretario amoroso de los desencantados, una enciclopedia en la que se puede por orden alfabético, el bolero más apropiado para amenizar un buen postre de calabazas.” La enciclopedia de los desencantados. Gabriel García Márquez