El problema de algunos políticos bien colocados pero con legítimas aspiraciones de escalar más alto en el 2024 es que algunos de sus colaboradores ya se sienten ganadores y no cumplen con las actuales responsabilidades, lo que se agrava cuando son los encargados de cuidar la imagen de sus jefes, como ocurre en varias secretarías y ayuntamientos. Hay de todo en la tamalada política. ¡Provechito!
Agua con sal suele ser mortal.