Tras el fallecimiento del Papa Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, la Diócesis de Querétaro celebró una misa el 22 de abril a las 18:00 horas, para conmemorar al pontífice y a la Pascua 2025. Dicha ceremonia fue encabezada por el obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, quien dedicó al papa unas palabras de despedida, así como recordó a las y los fieles los cuatro desafíos del vicecristo para con la Iglesia Católica y la humanidad.
Ante el repiqueteo de las campanas en punto de las 18:00, la gente entraba a la Santa Iglesia Catedral de Querétaro. Al interior, los pilares de cantera y las cúpulas aperladas se iluminaban por los tres candelabros encendidos; a la par que los coloridos vitrales y el resto de los altares cobraban vida al albergar a más de 300 creyentes que acudían al llamado pastoral.
Tras dar la bienvenida, recitar algunos cánticos y rezos, el obispo recordó que el papa “irradió ternura sin ser ingenuo” durante su soberanía del Estado de la Ciudad del Vaticano. Dijo que, tras culminar la Pascua y sus labores, Jesús “lo miró con misericordia y lo eligió”.
El Obispo Fidencio procedió a recordar a la comunidad los cuatro desafíos del Papa Francisco para con la comunidad católica, así como exhortar a su seguimiento. Comenzó con el primero, que manifiesta la necesidad de optar por una iglesia “hospital, de campaña compasiva y misericordiosa, a la manera del buen samaritano”, ante una institución rígida y funcional. Destacó que Francisco logró hacer “del amor y la misericordia todo un estilo de vida y de trabajo”.
En cuanto al segundo desafío, mencionó que el papa enfatizó en la práctica de una “visión paradigmática, centrada en actitudes que abarquen todo el arco de la vida”. Explicó que esta visión, en términos de Francisco, se materializa en una comunidad de discípulos misioneros que se involucran, acompañan, fructifican y caminan juntos en la misma dirección.
El tercer desafío se refiere a pasar del “paradigma del señor al paradigma del hermano”, indicó el obispo. En este sentido, recordó las dos encíclicas o cartas pastorales que entregó el pontífice a la humanidad: Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común , dada a conocer el 24 de mayo de 2015; y Fratelli tutti, sobre la fraternidad y la amistad social, el tres de octubre de 2020. De otra manera, el papa advirtió que “podemos caminar hacia nuestra propia autodestrucción”, citó el representante de la Iglesia Católica en Querétaro.
Por último, ilustró que el cuarto desafío habla del cambio estructural propuesto por el papa, mediante el cual se manifiesta la necesidad de que “todos nos sintamos deudores”, pues “todo lo hemos recibido como un regalo de Dios”. Expresó que “los bienes de la tierra no están destinados solo para algunos privilegiados, son de todos”, además de que “necesitamos unos de otros, según la lógica de responsabilidad compartida y diversificada”.
Para despedir al Papa Francisco, dedicó este mensaje: “Que el Señor, San José y su esposa, la Virgen María, padre y madre siempre desafiados y siempre desafiantes; te reciban, querido Papa Francisco. Te abracen en el cielo que viviste desde el suelo, lleno de buen humor y de esperanza. Descansa en paz”.
Tras la culminación de la misa, en una rueda de prensa extraordinaria, el vocero de la Diócesis de Querétaro, José Martín Lara Becerril, se refirió a Francisco como “el papa de la justicia social”. Dijo que el pontífice deja un legado de amor hacia los migrantes, los grupos marginados y las personas de escasos recursos. Asimismo, subrayó su herencia ambientalista y pacifista. “La llamada fue siempre a que vivamos todos como hermanos, en un ambiente de paz”.
Añadió que el legado espiritual de Francisco se resume en la misericordia, a través de un jubileo de la misericordia, donde “catequizó al mundo entero” en esta materia; también en la sinodalidad, que es el camino que guía a las y los fieles a la misericordia, justicia social, cuidado de la tierra y paz.
En otro tema, Lara Becerril informó que tras la muerte del papa, comenzará el proceso para la elección de un nuevo pontífice, conocido como “Sede Vacante”. En este tiempo, no se innova en materia de nada y el gobierno de la Iglesia queda confiado al Colegio de los Cardenales, únicamente para el despacho de los asuntos ordinarios o de los inaplazables.
Después de este periodo, los cardenales se reúnen en Cónclave para proceder a la elección del nuevo romano pontífice. El derecho de elegir corresponde únicamente a los Cardenales de la Santa Iglesia Romana. Este proceso se desarrolla dentro del territorio de la Ciudad del Vaticano, y es totalmente secreto. Una vez elegido el nuevo papa, se presenta desde el balcón de San Pedro con la frase: “Habemus Papam”.
También mencionó que, en cuanto a la renuncia del obispo Fidencio López Plaza, el nuevo papa electo deberá aprobar su retirada del puesto; por lo que el representante de la Iglesia Católica en Querétaro deberá esperar a que tome protesta el nuevo jefe, así como continuar con su mandato en la Diócesis del estado.
Actualmente, el Colegio Cardenalicio está formado por 252 cardenales; 135 son electores y participarán en el próximo Cónclave que elija al sucesor del Papa Francisco. Hay 94 países representados y la edad media de los electores es de 69 años. Entre estos cardenales, los mexicanos son: Juan Salvador Iñiguez, Arzobispo Emérito de Guadalajara, de 92 años; Alberto Suárez Inda, Arzobispo Emérito de Morelia, de 86 años; Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo Emérito de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, de 84 años; Norberto Rivera Cabrera, Arzobispo Emérito de la Arquidiócesis Primada de México, de 83 años; Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, de 76 años; y Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de la Arquidiócesis Primada de México, de 75 años.