El crecimiento económico en el conjunto de la OCDE se ralentizó ligeramente en el segundo trimestre, con un 0,4 %, una décima menos que en el primero, con una evolución contrastada entre los países miembros que pone en evidencia una pluralidad de situaciones.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló este lunes en un comunicado que en términos interanuales, el producto interior bruto (PIB) a finales de junio en el conocido como el “club de los países desarrollados” era del 1,5 %, frente al 1,6 % al terminar marzo.
Entre las grandes economías de este bloque, la mayor progresión del PIB entre abril y junio fue la de Japón, del 1,5 % respecto al trimestre precedente, gracias en particular al tirón de las exportaciones netas (ventas al exterior menos compras), tras un alza que ya había sido muy significativa entre enero y marzo (0,9 %).
En el extremo opuesto, Italia sufrió un descenso del 0,3 % de su actividad por el efecto de la contracción de la demanda interior, tras haber subido un 0,6 % en el primer trimestre.
No fue el único país de la OCDE que tuvo una contracción trimestral del PIB, sino que hubo diez en total, en particular Polonia (-3,7 %), Suecia (-1,5 %) y Colombia (-1 %).
Entre los miembros del G7, Alemania se quedó estancada entre abril y junio, después de haber vivido dos trimestres consecutivos de retroceso, lo que se considera desde el punto de vista técnico su entrada en recesión.
Alemania era el único país del G7 con una baja del PIB en términos interanuales a finales de junio (-0,1 %).
España, el país más afectado por la pandemia
La OCDE hizo notar en su comunicado que España, que había sido el país más afectado económicamente por la pandemia (su PIB se hundió un 11,3 % en 2020), superó por primera vez en el segundo trimestre de 2023 su nivel de actividad precovid, es decir, el que tenía al terminar 2019.