Analistas del sector privado mantuvieron en un 4.10 por ciento el pronóstico de la tasa de inflación del país al cierre de este año, así como el de crecimiento económico en un 2.40 por ciento, de acuerdo con una encuesta publicada por Banco de México (Banxico).
Los especialistas consultados por Banxico esperan además que la tasa de fondeo interbancario culmine el cuarto trimestre en un 9.50 por ciento, según la mediana de las proyecciones de 40 grupos de análisis locales y extranjeros recibidas entre el 15 y 27 de marzo, de acuerdo con información publicada por la agencia de noticias Reuters.
Asimismo, las expectativas del déficit económico para el cierre de año se elevaron de 4.49 a 4.61 por ciento del PIB, si bien la mediana de los pronósticos para el fin de 2024 se mantuvo constante (4.90 por ciento).
En cuanto a los requerimientos financieros del sector público, las expectativas para el cierre de 2024 permanecieron, sin cambio, en 5.40 por ciento del PIB.
Banxico ve poco espacio para mayores recortes a tasa
La presiones inflacionarias siguen sesgadas al alza por lo que el espacio para realizar mayores recortes a la tasa de referencia es limitado, señaló la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
En su minuta sobre la última decisión de política monetaria, en la que se decidió recortar la tasa 25 puntos base, miembros de la Junta coincidieron en que el escenario es aún incierto para mayores recortes este año, pues los riesgos sobre la inflación siguen sesgados al alza, con componentes de los precios que no ceden, tales como el de servicios.
Así, coincidieron en que el banco central debe ser muy cauto en sus futuras decisiones, pues se debe cuidar dar las señales correctas para evitar que los mercados interpreten que la postura monetaria es tolerante al nivel actual de inflación.
Uno de los miembros destacó que entre los retos adicionales de la inflación se encuentra una política fiscal expansiva y presiones provenientes de recientes incrementos salariales.
Según las estimaciones, la inflación en el largo plazo permanece anclada en 3.5 por ciento, aunque uno de los miembros destacó que para los próximos cuatro años se prevé en 3.7 por ciento, lo que representa un reto para converger al objetivo de 3 por ciento.
En opinión de la Junta, el proceso de desinflación ha continuado, no obstante el sesgo al alza implicaría que éste se dé a un paso más lento.
A favor del recorte anunciado en marzo votaron cuatro de los cinco miembros de la Junta. La subgobernadora Irene Espinosa fue el voto disidente al considerar que el nivel de 11.25 por ciento ha permitido avanzar en el proceso desinflacionario pero actualmente enfrenta retos adivínales provenientes de una política fiscal expansiva y aumentos salariales, al tiempo que la inflación se ubica aún lejos del objetivo del 3 por ciento.
“Aunado a lo anterior, el hecho de que el mercado espere que la inflación sea mayor a nuestros pronósticos indica que es prematuro iniciar la reducción de la restricción monetaria.
“Hacerlo pondría en riesgo la convergencia y, con ello, la credibilidad sobre el compromiso de este banco central con su mandato prioritario de la estabilidad de precios”, expresa la opinión de Espinosa.
En general, la minuta comunica que el banco debe ser prudente, observar con detenimiento la evolución inflacionaria y cuidarse de no dar una señal equivocada a los mercados.
Con lo anterior, se muestra un tono de incertidumbre a futuros recortes, por lo que las reducciones a la tasa podrían estarse dando a un paso más moderado de lo previsto a inicio de año.