La directora del Instituto para Prevenir Conductas de Riesgo en el Municipio de Querétaro, Teresa Borbolla Olivares, reconoció que se ha registrado un incremento de hasta el 10 por ciento en la población de personas en situación de calle que se ubican en la capital.
Ello, al admitir que es un problema que “no se soluciona de la noche a la mañana”; tras cinco años de trabajo que ha emprendido la administración para apoyar, canalizar e impulsar la reinserción de estas personas en sus entornos sociales. Dentro de este lapso, fue creado el Hogar de Transición “Cambiando Vidas”.
“Tenemos ya prácticamente cinco años trabajando en tema de personas en situación de calle. Es un problema que no se resuelve de la noche a la mañana, porque estamos trabajando con individuos que cada uno de ellos tiene una historia y un motivo por el que está en situación de calle. El alcalde le ha apostado mucho a este tema”, afirmó.
Subrayó que en la primera administración de Luis Nava se logró atender a 292 personas; y en lo que va de este segundo periodo se registraron 399 personas. El incremento de la población en calle se da derivado de la temporada vacacional y de festividades de fin de año.
Asimismo, Teresa Borbolla solicitó a la ciudadanía el no criminalizar a este sector, pues consideró que cada persona presenta estas características por distintos eventos que han marcado su vida; muchas de ellas, a consecuencia de la pandemia por COVID-19.
“Por lo general, es gente que ha vivido condiciones muy difíciles, y están acostumbrados a que los vean con desprecio, a que no los traten con dignidad. Lo que hacemos es un ejercicio muy social, de un acercamiento para generar un vínculo y que la confianza pueda funcionarnos para invitarlos al hogar de transición”, manifestó.
A través de un proceso de socialización y zonificación, y una brigada de reconocimiento, se conoce a la población vulnerable, con acercamientos y cuestionarios que permitan canalizar cada necesidad. Además, mediante esta estrategia se atienden los reportes ciudadanos de presencia de personas en situación de calle, explicó la directora.
Borbolla Olivares recordó que la premisa es que, por respeto a los derechos humanos y a la libertad de tránsito, no se les puede obligar a tomar alguno de los apoyos que ofrece el municipio.