Charlene Domínguez
Los impagos en las tarjetas de crédito bancarias han ido escalando mes con mes hasta llegar a un nivel de casi 13 por ciento, lo que genera preocupación por la creación de un arriesgado ciclo de endeudamiento, sobre todo entre los más jóvenes.
En enero, la morosidad ajustada de las tarjetas de crédito bancarias fue de 11.94 por ciento, para marzo subió a 12.28, en mayo 12.52, en julio 12.85 y en agosto repuntó a 12.88 por ciento, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
En agosto de 2022 y 2023, la morosidad había sido de 9.51 por ciento y 10.34 por ciento, respectivamente.
Los mayores impagos los tienen ABC Capital, con 24.81 por ciento; Banco Azteca, con 21.57; Santander, con 17.86, y Afirme, con 16.99 por ciento.
Quasar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone, consideró que las elevadas tasas de interés y de inflación que persisten en México son factores importantes en el incremento de la morosidad, ya que dificultan la gestión de los saldos de los consumidores.
“Los elevados tipos de interés y la continua inflación están afectando la capacidad de pago de los consumidores, especialmente entre los más jóvenes, que dependen de las tarjetas de crédito para gastos esenciales, creando un arriesgado ciclo de endeudamiento”, señaló.
El experto advirtió que, si bien, las autoridades consideran que este aumento es manejable, pone de relieve preocupaciones sobre la salud financiera de los mexicanos, especialmente por la forma como están gestionando sus gastos y préstamos ante la situación económica actual y sus expectativas para el futuro próximo.
“Aunque el sistema bancario en México se mantiene estable, esta estabilidad podría ocultar problemas más profundos que podrían empeorar si los escenarios hacia el corto plazo de la economía mexicana no mejoran”, comentó.
Gerardo Aguilar y Maya, director general adjunto de Tarjetas Físicas y Digitales de Banorte, explicó que, lo que se está observando, es una tendencia natural de los portafolios de bancos tradicionales de presentar “ligeramente mayor morosidad”, ya que los clientes están usando más sus tarjetas en contraste con la desaceleración observada entre 2020 y 2022.
“Además, hubo niveles de inflación y tasas de interés más elevadas y el crecimiento económico es moderado.
Todo lo anterior influye en diferentes medidas.
“Sin embargo, dado que el aumento en morosidad que observamos es, hasta cierto punto, esperado, no vemos implicaciones a corto plazo”, comentó el especialista.
El portal de Transparencia y Competencia del Sistema Financiero del Banco de México (Banxico) muestra que el Costo Anual Total (CAT) promedio ponderado por saldo en las tarjetas de aceptación generalizada y con condiciones de otorgamiento similares para los clientes no totaleros fue de 54.82 por ciento para el total del sistema, hasta abril de este año.
Sin embargo, Banco Azteca superó considerablemente esa cifra con 99.62 por ciento.