La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), a través de la Facultad de Derecho, llevó a cabo la conferencia “Violencia digital, lo virtual es real”, impartida por la activista y creadora de la Ley Olimpia, Olimpia Coral Melo. El encuentro tuvo como objetivo sensibilizar a la comunidad universitaria sobre cómo las agresiones en línea impactan de manera directa en la vida y en los derechos de las personas.
En la apertura, la rectora de la UAQ, Silvia Amaya Llano, subrayó que las leyes no sólo surgen en los congresos, sino también a partir de las experiencias de quienes han visto vulnerados sus derechos. En ese sentido, reconoció en Melo a una mujer valiente cuya vivencia se transformó en cambios legales que hoy protegen a niñas y mujeres frente a la violencia digital.
Durante su ponencia, Olimpia Melo señaló que la educación digital debe formar parte de la formación escolarizada, más allá del aprendizaje técnico, con el fin de evitar la deshumanización en los entornos virtuales. Invitó a las y los jóvenes a reflexionar sobre el impacto del uso intensivo de pantallas en su vida social, emocional y académica, así como a desarrollar hábitos digitales críticos y responsables.
Explicó que la violencia digital abarca actos agravados y perpetuados mediante tecnologías de la información y comunicación, tales como redes sociales, correos electrónicos, aplicaciones, plataformas y foros en línea, que vulneran los derechos humanos.
Uno de los puntos centrales fue la crítica al llamado “algoritmo patriarcal”, al ejemplificar que al buscar “mujer pública” en internet aparecen resultados hipersexualizados, mientras que “hombre público” arroja figuras de liderazgo. Con ello, destacó la necesidad de cuestionar la supuesta neutralidad de las tecnologías consumidas diariamente por la juventud.
Finalmente, recordó que la Ley Olimpia es un movimiento social y jurídico impulsado desde las víctimas, que ha derivado en más de 39 legislaciones inspiradas en su causa, convirtiéndose en un referente internacional. Melo exhortó a las y los estudiantes a no normalizar la violencia, acompañar a quienes la sufren y asumir que habitar internet requiere responsabilidad y respeto.








