“Quien aspira y juega sucio, actúa de manera ventajosa o se quiere pasar de listo, no le ayuda, se le revierte… hay que tener cuidado con los excesos, aprender a autolimitarse y a respetar al pueblo”, advirtió el Presidente Andrés Manuel López Obrador a “las corcholatas”.
Incluyó la reprensión una anécdota de un mitin contra el desafuero en 2004, al anunciar como orador a Porfirio Muñoz Ledo, su asesor, quien fue aliado de Fox en 2000. “la rechifla fue generalizada… la lección es que el pueblo no olvida”.
Con el ejemplo de Muñoz Ledo y el “memorioso pueblo politizado” dejó a “las corcholatas” contundente aldabonazo: “les gens c´est moi”. ¡Tengan para que aprendan!
La gran coartada para violentar la ley
Con su inagotable creatividad para encontrar atajos a sus objetivos político-electorales y poder negar que incumplen la ley, el Gobierno de la República y su Partido aprobaron su ley de comunicación social.
Con la misma “autoridad moral” que Palacio dictaminó que el Jefe del Estado usaría su “derecho de réplica” durante más de mil mañaneras para la mayor violencia verbal presidencial en la historia reciente, se allanó el camino para violar la ley electoral.
Un juego de humo y espejos que permitirá a todos los funcionarios del aparato del Estado hacer declaraciones a favor de los candidatos del Partido Oficial, de Morena, con la coartada de “sólo ejercer su libertad de expresión”.
Oposición: ¿moralmente derrotada?
El oficialismo insiste en usar su pedestal de autoridad moral y parafrasear a don Benito Juárez y a lo largo y ancho de la estructura del Gobierno y su Partido repetir que “la oposición está moralmente derrotada”.
Como táctica electoral destacan las grandes prendas intelectuales, profesionales y morales de los personajes políticos de Morena, lo cual asegura, dicen, un triunfo arrollador de la “revolución de las conciencias” en la elección del 24.
Cuidado, en 2006 su spot de “sonríe, ya ganamos” fue tan convincente que docenas de miles de sus partidarios decidieron que, si el triunfo estaba asegurado, su voto no era indispensable y no fueron a las urnas. Ya sabemos lo que pasó.
NOTAS EN REMOLINO
Así que, según Palacio Nacional, para aspirar a ser candidato a la Presidencia de la República, hay que ser político profesional y funcionario experimentado. Olviden pues eso de que cualquier ciudadano, con que cumpla los requisitos constitucionales puede ser aspirante a la Presidencia, por encima de la Carta Magna están los principios inmarcesibles de la revolución de las conciencias… Quien esto escribe, fiel a la receta del periodista William E. Vaughan, no estará entre los pesimistas que se desvelan hasta la medianoche para asegurarse que se va el Añoviejo, sino entre los optimistas que esperan la llegada del Año Nuevo, ratifica el deseo de que Dios calme en 2023 el alma de los profetas del odio y pide que a los lectores, compañeros y amigos permita ver el ayer como memoria, el hoy como regalo y el mañana como esperanza y colme de bendiciones a sus familias. Feliz 2023…