El vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), Luis Alberto Vega Ricoy, informó que el organismo mantiene una estrecha coordinación con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para determinar si será necesario realizar un nuevo desfogue en la presa Zimapán, la cual actualmente supera su Nivel de Aguas Máximo Ordinario (NAMO).
“El embalse se encuentra en 1,560.64 metros sobre el nivel del mar, por arriba de su NAMO de 1,560 metros. Estamos tratando de ver que lo suban a 1,562, lo cual técnicamente es posible, pero lo definirá la Conagua. Si se autoriza, podría no ser necesario desfogar; de lo contrario, sería al inicio de la próxima semana”, explicó.
El funcionario precisó que la decisión final corresponde al Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas de la Conagua, que analiza el comportamiento del nivel del embalse y los pronósticos de lluvia en la cuenca que lo alimenta.
“No estamos viendo un pronóstico de lluvias fuerte, entonces todo dependerá de si la Conagua determina que se puede aguantar un poco más sin poner en riesgo la infraestructura”, indicó.
De acuerdo con los parámetros técnicos, el nivel excepcional (NAME) de la presa es de 1,563 metros, por lo que aún existe un margen de seguridad. Si las condiciones climáticas se mantienen estables, podría evitarse un nuevo desfogue, aunque el monitoreo continúa de forma constante.
En caso de que se determine liberar agua, Vega Ricoy confirmó que se realizará un cierre temporal del Acueducto II, infraestructura que abastece de agua potable a la zona metropolitana de Querétaro, como medida preventiva para proteger el sistema de bombeo.
“Desfogue es sinónimo de cierre del Acueducto II. Sin embargo, sería un proceso mucho más corto que el de hace un mes. En el escenario hipotético de que ocurriera, duraría máximo dos días, frente a los seis días que tomó el anterior”, señaló.
El titular de la CEA añadió que, a diferencia del desfogue anterior, en esta ocasión no sería necesario liberar grandes volúmenes de agua, debido a que la temporada de lluvias se encuentra en su etapa final. Además, destacó que el organismo cuenta con reservas suficientes para garantizar el suministro.
“Estamos bien preparados: los tanques y tinacos están llenos, tenemos reservas suficientes. Si llegara a cerrarse el Acueducto II, las afectaciones serían mucho menores que la vez pasada, más nobles y por menos tiempo”, puntualizó.







