El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) conformado aproximadamente por un 80 % de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y por un 20 % de políticos profesionales, está pasando por los problemas normales que tienen todos los partidos políticos, pues en nuestro país un partido político es como una marca o franquicia que sirve para que un pequeño grupo obtenga beneficios personales, ya sea administrando los recursos oficiales que obtienen del Instituto Nacional Electoral (INE), o bien distribuyendo las candidaturas a los puestos de elección popular que significa, aunque hoy un poco menos, obtener jugosos salarios y prestaciones.
Estos negocios llamados partidos políticos tienen verdaderos problemas cuando se acercan los tiempos electorales, pues para los cargos de diputados locales, presidentes municipales, gobernador, diputados federales o senadores, siempre hay varios “suspirantes” y los conflictos inician cuando los grupos incrustados en las dirigencias del partido no se ponen de acuerdo respecto a la selección de los candidatos o candidatas.
En los últimos días ha llamado mucho la atención las inconformidades que se han manifestado en algunos estados de nuestra república respecto a la designación de candidatas o candidatos a gobernador por MORENA, ya que no ha habido acuerdo entre los grupos y los conflictos han empezado a evidenciarse. El caso de Guerrero es paradigmático, ya que en este estado hay dos candidatos muy fuertes, por un lado el senador con licencia Felix Salgado Macedonio, hombre de trayectoria anti prianista muy definida, y por el otro Pablo Sandoval, quien es hermano de Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la función pública. El conflicto ha escalado tanto que la dirigencia nacional ha postergado por tiempo indeterminado la designación de su candidato. En otros estados las designaciones ya han sido anunciadas, pero igualmente han generado rechazos hacia los candidatos o candidatas designadas, al parecer por la opacidad en que se han llevado a cabo los procesos.
Aquí en Querétaro se está dando la misma situación, pues después de que por varios meses se especuló que sólo había dos fuertes aspirantes, Santiago Nieto Castillo y Gilberto Herrera Ruiz, y una vez que Santiago Nieto declinó a participar en la contienda, se esperaba que el candidato “natural” fuera el ex rector de la UAQ, pero la dirigencia nacional sorprendió a medio mundo cuando anunció que el candidato a gobernador por MORENA en Querétaro no sería Gilberto Herrera, sino la maestra Celia Maya García. Como era de esperarse la reacción de los simpatizantes del senador Herrera Ruiz fue pronta y de inmediato expresaron su inconformidad por dicha designación, ya que según ellos el proceso no tuvo claridad alguna y por lo tanto debía reponerse. Arguyeron también que a MORENA no le iría bien en Querétaro con la candidata designada, pues el trabajo y la estructura que había logrado realizar el ex Rector lo señalaban a él como el candidato más competitivo. Por su parte los simpatizantes de la ex Magistrada argumentaron que las reglas de la contienda habían sido muy claras y que todos los aspirantes las conocieron y aceptaron y por tanto, todos ellos debían optar por la unidad en torno a la maestra Celia Maya.
En mi opinión muy personal considero que a ambos grupos les asiste la razón, sus apreciaciones son verdaderas, el problema es que ambas posturas se excluyen mutuamente y entonces, lo importante será buscar y hallar una salida consensuada, noble y generosa que evite la ruptura entre las partes y propicie la unidad con el fin de hacer un frente común para lograr el cambio que urge en Querétaro, pues si no se ponen de acuerdo, los únicos beneficiados serán los conservadores panistas que se frotan las manos y se lamen los bigotes ante el posible ruptura que se avizora.
Reflexionemos: si el grupo de la maestra Celia Maya mantiene férreamente su postura de “que los demás respeten los resultados del proceso y apoyen la designación, y si no les agrada, que se vayan a otro partido a imponer sus propias reglas”; y si por su lado el grupo del doctor Gilberto Herrera mantiene que “con la candidata designada no tenemos la menor posibilidad de éxito, es un suicidio político, así que exigimos que decline y en su lugar sea designado Gilberto Herrera”, entonces el conflicto escalará y no habrá posibilidad alguna de competir contra el gobierno panista. En cambio, si ambos grupos se sientan a dialogar, a exponer serenamente sus puntos de vista, y a argumentar sólidamente los pros y los contras de una y otra postura sin descalificaciones mutuas, seguramente habrá muchas posibilidades de llegar unidos a la contienda y presentar un candidato o candidata fuerte.
Ahora bien, en lo personal considero que tanto la magistrada Celia Maya como el senador Gilberto Herrera son excelentes cartas para competir contra los gobiernos estatal y municipales del PAN en el estado, ambos son trabajadores, honestos y muy capaces, y del mismo modo, ninguno de los dos son vulgares ambiciosos que vayan tras el dinero o los beneficios personales, más bien los mueve la pasión por un cambio verdadero y por hacer las cosas bien en favor de los que menos tienen. Así que lo más sano para su partido y al mismo tiempo lo más conveniente para nuestro estado -que ya se merece un cambio real de gobierno que termine con esta oscuridad panista de más de veinte años-, es que ambos platiquen con sus simpatizantes y orienten el diálogo hacia el consenso. Opino.
Comentarios: sergiocenteno05@live.com