Más de 123 mil 364 muertos y 100 mil desaparecidos han sumido a México en una escalada de violencia incontrolable. Así lo manifestó Monseñor Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro al externar sus condolencias y solidaridad con los Hermanos Jesuitas por la ejecución de dos sacerdotes en el municipio de Urique, Chihuahua. Al rechazar toda forma de violencia, el Padre Martín Lara Becerril externó que a diario mujeres, niñas y niños inocentes son asesinados por la delincuencia organizada “¿Cuántos periodistas han perdido la vida?. Ahora los sacerdotes. México es en general un país religioso. Cuando se tocan los límites de la vida religiosa, un ambiente divino, se ha caminado muy lejos. Expresamos nuestra solidaridad con los Padres Jesuitas que han tenido la pérdida de dos hermanos, nuestra solidaridad con sus familias”.
Martín Lara Becerril, extendió su solidaridad hacia la comunidad parroquial de la Sierra Taraumara. Y es que refirió que para los religiosos de aquella zona del país, ha sido un duro golpe el perder su liderazgo espiritual en duras circunstancias.
Sobre las ejecuciones de los Sacerdotes Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, repudió el nivel de crueldad y violencia con el que fueron asesinados, al interior de su Iglesia en la comunidad de Cerocahui cuando prestaban ayuda a un guía turístico que era perseguido, el señor Pedro Palma de 60 años “Los matan y se llevan los cuerpos y uno se pregunta ¿Cuál es la finalidad?. Es realmente muy preocupante”.
El Vocero de la Diócesis, lamentó que el costo de la violencia en México se pague con sangre de personas inocentes “Pareciera que ni la sangre de los inocentes logra calmar el furor de la violencia”, externó. Para Martín Lara Becerril, la descomposición social es uno de los grandes factores que ha magnificado la ola de violencia a gran escala con las organizaciones criminales “Basta ver los periódicos, estar al pendiente de las noticias. Las primeras notas siempre son las de violencia. Los cárteles han ejercido una violencia inusitada”. Acotó que a la narcoviolencia, se suma la que se ejerce al interior de los hogares.
Con el creciente número de armas que se trafican hacia México provenientes de los Estados Unidos y la creciente adicción a las drogas, Martín Lara Becerril apuntó que será complicado que se puedan disminuir los asesinatos de gente inocente. Por lo anterior, urgió un cambio de estrategia en el combate a la delincuencia organizada. Aseveró que tras tres años de la actual administración, ha quedado claro que es necesario cambiar el rumbo “Hay un grito en la sociedad ¡alto a la violencia!, ¡alto a la violencia!. La sociedad ha sufrido bastante, pagando con la sangre de inocentes la violencia de estas personas sin escrúpulos que está basada en el dinero y en conquista de espacios de poder en los cárteles”.
Para el vocero de la Diócesis, es claro que se deben involucrar sociedad y gobierno en la recuperación de la paz. A nivel de gobierno -dijo- con una estrategia renovada en el combate a los grupos delictivos, en la sociedad, construir los valores desde el seno familiar y en la Iglesia “Predicar de manera contundente el tema de la paz. Es necesario que todos nos empeñemos en la construcción de la paz. El grito de justicia es grande. La sociedad está atemorizada por las armas y la droga. El grito es grande y todos tenemos que empeñarnos en ellos”.
Por último, Martín Lara Becerril rogó por el descanso de los Hermanos Jesuitas y todas aquellas familias que se han visto tocadas por la violencia y la desaparición de sus seres queridos.