Con el inicio de la Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia Antimicrobiana (RAM) y la temporada de influenza estacional, médicos mexicanos dialogaron sobre el uso de los antibióticos en el país y los riesgos que conlleva el no concientizar a la población y tomar cartas en el asunto desde las políticas públicas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la RAM es una de las 10 amenazas de salud pública más apremiantes del siglo.
¿Qué es la resistencia antimicrobiana?
Para Sergio Caretta Barradas, médico embajador de la Alianza Global contra las Infecciones Respiratorias (por sus siglas en inglés, GRIP), la RAM opera como la tecnología bluetooth. Lo ilustró en rueda de prensa con esta analogía:
“Imagínense que las bacterias han generado mecanismos como una especie de bluetooth que pueden compartir esta información de cómo resistir a los antibióticos en forma eficiente, solamente por la exposición. Así que si yo estoy tomando antibióticos, esa resistencia solamente por estar junto a mi familia se la estoy transmitiendo. Así que tenemos una gran responsabilidad para que nosotros logremos controlar este problema”, explicó.
La RAM, según el portal web de la OMS, surge cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos mutan o evolucionan y dejan de responder a los medicamentos, lo que complica el tratamiento de las infecciones e incrementa el riesgo de propagación de enfermedades, las agrava y se corre el riesgo de muerte. Esta farmacorresistencia hace que los antibióticos y otros medicamentos antimicrobianos sean ineficaces.
“Los antibióticos deben ser usados bien y bonito”
Caretta Barradas negó que, desde el gremio, haya una postura opuesta a los antibióticos. Se oponen, más bien, a su uso innecesario. “Estamos en contra del empleo no responsable de los antibióticos, estamos en contra del empleo innecesario de los antibióticos; pero los antibióticos deben ser usados bien y bonito, de tal forma que no podemos dejar esto a que cualquiera los emplee (…) Estamos de acuerdo con el empleo de antibióticos siempre y cuando sean empleados en forma responsable y profesional”, decretó.
El también otorrinolaringólogo, integrante del Centro de Enfermedades Respiratorias (CER), identificó la concientización como el primer paso a efectuarse para mitigar la RAM. Detalló que no se trata de un movimiento por parte de la regulación de las autoridades para evitar el mal uso de los antibióticos, sino de aquel que venga de la comunidad, de la sociedad civil organizada e informada. Esta conciencia social, aseguró, hará que “nosotros seamos los primeros en no presionar a nuestros médicos en el empleo innecesario de antibióticos y, al mismo tiempo, entender que la resistencia antimicrobiana es un problema de responsabilidad social”.
Ejemplificó con el caso de la faringitis aguda, un caso frecuente de uso de antibióticos. “Nueve de cada 10 pacientes no necesitan antibiótico para ser tratados de esta enfermedad. Sin embargo, tenemos estadísticas muy tristes que nos muestran que ocho de cada 10 reciben antibiótico, y esto está generando un problema de resistencia antimicrobiana que nos va a evitar en el futuro poder tener elementos terapéuticos; por ejemplo, para una cirugía, para un recambio valvular de corazón, para una cesárea, para una cirugía plástica”, advirtió.
Ana María Ocaña, gerente médico del grupo Reckitt, subrayó que es un problema mundial que no distingue de clases socioeconómicas, sino que “nos atañe a todos”. Coincidió con la postura médica sobre los antibióticos: “son muy buenos, siempre y cuando los utilicemos en la indicación correcta, por el tiempo correcto, por la duración correcta y por los intervalos de dosis correctos. De repente, vemos algunas injustificadas formulaciones de antibióticos e incluso que se utilizan dos o tres antibióticos que hacen exactamente lo mismo para una infección”, sostuvo.
Caretta Baradas añadió que el suministro masivo de antibióticos a los animales también contribuye al crecimiento de la RAM. Consideró que, si se emplean de forma responsable en este rubro, el 80 por ciento del problema antimicrobiano puede disminuir y se puede tener un mejor control de la salud.
El escenario nacional y global ante la RAM
En cuanto al contexto mundial, Pablo Velasco, representante de la Embajada Británica, dio a conocer el panorama de la RAM desde un análisis del Fondo Fleming. Informó que el estudio inglés estima que, para el 2025 y 2050, se tendrán 39 millones de muertes directamente atribuidas a la resistencia antimicrobiana. En el caso de América Latina, se calculan tres millones de muertes.
Dio a conocer que el gobierno británico ha desarrollado un plan de acción para confrontar la RAM desde el 2024 para el 2029. Este plan, dijo, busca optimizar el uso de antimicrobianos, reducir las necesidades y exposición no intencionadas a antibióticos y apoyar el desarrollo de nuevos tratamientos antimicrobianos. A través de estos esfuerzos, esperan prevenir cualquier aumento en el grupo específico de infecciones resistentes a los medicamentos en humanos, prevenir cualquier aumento de infecciones del torrente sanguíneo de bacterias gram negativas, aumentar el conocimiento del público y los profesionales de la salud en Reino Unido sobre la resistencia del uso antimicrobiano en un 10 por ciento y reducir el uso de antibióticos en humanos en un cinco por ciento.
Por parte del gobierno mexicano, Caretta Barradas recordó que en México ya se había concretado una política para restringir el uso de antibióticos. En las farmacias se prohibía surtirlos a menos que hubiera una prescripción, pero se encontraron vías alternas para omitir este requisito y poder vender el producto de forma indiscriminada. El experto manifestó que esta política tendría que complementarse con seguimiento y supervisión para que sea eficiente, así como tener un registro de cuántos antibióticos se dan y por qué, a través de la tecnología del big data.
Finalmente, apuntó a que el escenario para la RAM todavía tiene áreas de oportunidad. “Yo creo que a nivel de liderazgos gubernamentales se han establecido algunas estrategias para controlar este problema, pero este es el problema típico que no puede ser resuelto solamente por la intervención de las autoridades (…) La mejor política es la educación y concientización”, concluyó.