Ante la situación actual de enfrentar al cambio climático en todo el planeta, son variadas las acciones para combatirlo, dentro de los esquemas de adaptación y mitigación, máxime cuando el tiempo apremia.
En este sentido, el municipio de Querétaro lleva a cabo un conjunto de acciones que van desde el programa de dotación de paneles solares para los micronegocios, pasando por la arborización urbana y en el reservorio de carbono del Parque La Barreta, los estudios de eficiencia energética para las Delegaciones municipales, la promoción del mercado local voluntario de bonos de carbono y la compensación por la emisión de CO2.
Pues bien, ahora, se estará entregando los certificados de Bonos de Carbono neutro a 5 de las siete Delegaciones municipales, con lo cual, se compensan las emisiones con la reserva de carbono del Parque La Barreta.
Dicha acción, que arranca con el proyecto mismo de la Secretaria de Desarrollo Sostenible del municipio (programa de 5 años), el estudio para el cálculo de toneladas de carbono almacenadas en ese activo ambiental municipal del Parque La Barreta, realizado por la UNAM Juriquilla y, la propia certificación del Instituto de Ecología y Cambio Climático, es sin duda un paso adelante en la responsabilidad climática.
Pero lo relevante, consiste en que es una acción local, derivada de la conservación y protección de una zona bajo la modalidad de Parque (área natural protegida) con 245 hectáreas (que almacena 30 mil toneladas de CO2 equivalente), y que se esta reforestando con la participación de ciudadanos, escuelas y empresas, para cumplir la meta de 1,000 árboles por año (dentro del proyecto de almacenamiento de carbono) y acciones de restauración de suelo.
Pero cabe destacar que esta acción es la primera en su tipo en el ámbito municipal del estado de Querétaro, de compensación por emisiones de edificios e instalaciones municipales, que suman un poco más de mil toneladas/año, aunado a los programas que se implementarán de eficiencia energética para reducir las emisiones y lograr ahorros en el gasto de energía.
Por otra parte, lo que se observa es que una zona como la del Parque Joya-La Barreta, no sólo cumple funciones de recreación, microregulación climática e infiltración de agua, sino ahora, de reserva de CO2e, que permite: colocar bonos de carbono en un mercado local voluntario y compensar emisiones de fuentes fijas municipales.
Por lo que se ve, las acciones climáticas van totalmente aparejadas de la protección de la biodiversidad (de los ecosistemas naturales nativos ubicados en áreas naturales protegidas y Unidades de Gestión Ambiental UGAs del POEL), el incremento de vegetación (urbana y semirural) y mecanismos e instrumentos económicos como lo es el mercado local voluntario y la emisión de bonos de carbono.
Por otra parte, dichos programas o proyectos de captura, almacenamiento, remoción o reducción de emisiones de gases de efecto invernadero o la compra de bonos de carbono, también abre la posibilidad de aplicar en los esquemas de compensación voluntaria que personas o empresas lo requieran o que dichas compensaciones se establecen como condicionante en las autorizaciones de limpieza de terrenos, cambio de uso del suelo o para la conmutación de multas ambientales.
Sin duda el proyecto de captura o almacenamiento de gases de efecto invernadero que inaugura el municipio abre una nueva etapa en el combate al calentamiento global, con acciones locales, que se traducen en beneficios ambientales para la sociedad y el medio ambiente.