Después de que nuestro país, desde el pasado 25 de junio, fecha en la que ocurrió el secuestro del Mayo Zambada para entregarlo a las autoridades de Estados Unidos, ha estado sufriendo episodios muy delicados de desinformación y de una innegable tensión en las relaciones con nuestros llamados “vecinos distantes”.
Definitivamente el país estaba a la espera de una acción diplomática del gobierno que eliminara la impronta de que somos un narco-estado.
Tensión nacional que afectaba la inversión extranjera y la imagen del país en el entorno mundial.
López Obrador lo único que anunció fue que muy pronto enviará una protesta a los vecinos del norte por el financiamiento que otorgan a la organización Mexicanos contra la Corrupción, cuyas cabezas visibles son el aturdido de Claudio X. González y la controvertida María Amparo Casar, dos personajes definitivamente menores en el contexto de las oposiciones, muy menguadas por cierto, que existen en México.
Ayer el Tribunal Electoral Federal desechó las protestas que se interpusieron en el proceso de la elección presidencial del pasado 2 de junio, y en consecuencia declaró la validez de esos comicios y en consecuencia a Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta electa de México.
Esa decisión del tribunal electoral definitivamente abre una ventana de esperanza de cambio en el estilo personal de gobernar con el López Obrador tiene atosigado al pueblo de México.
Claudia Sheinbaum tiene que seguir su comportamiento institucional guardando una relación de amistad y compañerismo en la medida en que ella y el presidente son militantes de un mismo partido.
Mañana los morenistas, una vez que en sesión solemne, el Tribunal Federal Electoral entregue su constancia como presidenta electa de México a Claudia Sheinbaum, celebrarán dos hechos de alto calado:
1.- Haber sido el primer partido en la historia de México de llevar a la presidencia de la República a una mujer.
2.- Iniciar con la ratificación del triunfo de Claudia Sheinbaum, Morena se consolida como un partido con un futuro de largo plazo.
Presidenta Habemus.
Que sea para bien de todos los mexicanos.
EN TIEMPO REAL.
1.- Una designación de indiscutible aroma de poder, fue la que realizó Claudia Sheinbaum como director de IMSS-Bienestar al experimentado funcionario Alejandro Svarch.
2.- En Puebla se sigue sintiendo la presión de la periodista Lidia Cacho, por la liberación de Mario Marín. Alejando Armenta debe operar rápidamente para que un hecho en el que no tiene nada que ver, comprometa a su llegada al gobierno estatal con ese lastre mediático que puede crecer.
3.- El nombre que sigue creciendo como un verdadero articulador de los grupos que apoyaron en su momento a Xóchitl Gálvez, es el de Guadalupe Acosta Naranjo. Corre fuerte el rumor que esa nueva corriente pretende incorporar a sus filas nada menos que a Manlio Fabio Beltrones.