Ciudades tan importantes como lo es Londres, uno de los centros económicos y políticos más importantes del mundo, siempre serán un blanco importante para organizaciones que busquen causar terror en la población, por lo que el atentado ocurrido este miércoles en la capital inglesa no es el primero y posiblemente no será el último que llegue a sufrir.
Los que se mencionan a continuación son tan solo algunos de los atentados más importantes ocurridos en Londres en décadas pasadas.
Atentado en la Estación Victoria. El 18 de febrero de 1991 ocurrieron dos atentados a estaciones del metro. El primero de ellos ocurrió en la Estación de Paddington, dañando parte del edificio pero sin ocasionar pérdidas humanas. Tres horas después una nueva explosión, esta en la Estación Victoria, mató a un hombre e hirió a 38 más.
Atentado en el hotel Hilton. Una bomba colocada por la organización terrorista Armada de la República Irlandesa (IRA) en el hotel Hilton dejó como resultado dos personas muertas y a 63 más heridas.
Ataques de David Copeland. En un periodo que se extendió del 17 al 30 de abril de 1999, el neonazi David Copeland y que padece de esquizofrenia paranoide, utilizó bombas caseras para atacar a miembros de minorías raciales y población homosexual en distintos puntos de Londres, matando a una mujer embarazada y tres personas más, además de dejar 139 lesionados.
Bombas de julio. El ataque, que también es conocido como 7/7, tuvo como objetivo nuevamente el subterráneo de Londres, uno de los más concurridos del mundo. El ataque, realizado por extremistas islámicos, consistió en tres detonaciones coordinadas. Ese día un autobús también fue destruido por los islamistas. Las explosiones dejaron un saldo de 52 muertos y más de 700 lesionados.
Ataques del 22 de marzo de 2017. En hechos que de momento se desconoce si estuvieron coordinados, un vehículo arrolló a varios peatones en Westminster Bridge, cerca del Parlamento británico, antes de terminar estrellándose contra una reja. Este mismo día un hombre acuchilló a un elemento de policía en el Palacio de Westminster, donde se encontraban reunidos miembros de la Cámara de los Comunes y la primera ministra, Theresa May.