China anunció que presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) tras la decisión de la Unión Europea (UE) de imponer recargos a las importaciones de vehículos eléctricos chinos.
Bruselas anunció en julio aranceles adicionales provisionales de hasta 38 por ciento sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos en la UE, al estimar que Pekín favorece ilegalmente a sus fabricantes.
El impuesto para los vehículos provenientes de fábricas chinas era antes de 10 por ciento.
Bruselas tiene cuatro meses para hacer definitivos estos recargos, lo que abre una ventana de diálogo con Pekín hasta noviembre.
“China recurrió al mecanismo de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio”, declaró el viernes el Ministerio de Comercio chino, que instó a la UE a “corregir inmediatamente sus malas prácticas”.
Según Pekín, Bruselas “está violando gravemente las normas de la Organización Mundial del Comercio”.
La UE afirma cumplir con las normas de la OMC con estos aranceles, cuyo objetivo es frenar las importaciones de vehículos eléctricos chinos sin bloquearlas por completo, a diferencia de la política que aplica Estados Unidos.
Un vocero de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, dijo este viernes a AFP que la institución tiene “confianza” en que las medidas adoptadas son compatibles con las normas de la OMC.
“La UE está analizando cuidadosamente los detalles de este pedido y reaccionaremos a las autoridades chinas en su debido momento, de acuerdo con las normas de la OMC”, añadió.