Más que componer un disco, Chetes quería experimentar sin límites cuando comenzó a trabajar en lo que ahora es su álbum Polvo de Estrellas.
Con ocho álbumes como solista a su espalda, sin contar los que grabó con su primera banda, Zurdok, y con las alternas Vaquero y Mexrrissey, el músico, de 44 años, buscaba una manera de no repetirse y de transitar por caminos diferentes, ambición que lo llevó a crear guiado por el instinto.
En su mente, el resultado sería un material sencillo, de poca instrumentación y de posibilidades comerciales limitadas, pero se ha sorprendido por la manera en que su nueva apuesta creció.
“Terminó siendo todo lo contrario a mi idea principal: se hizo con muchos instrumentos, vientos, cuerdas, arpas, marimbas, y ya una vez que estaba sucediendo, dije: ‘Bueno, me voy a rendir y seguirle, que sea lo que tenga que ser el álbum’.
Polvo de Estrellas apenas dura 28 minutos, en los que corren los ocho temas que lo integran.