- Pancho, Marcos y otros nombres
- Un gasero del Bajío entre los pendientes
- Arganiz estuvo aquí en la elección 2012
- A Querétaro lo de Polevnsky y Borbolla
Sobornavirus 21.
Finalmente estalló la bomba que comentamos aquí el 1 y 8 de julio pasados: Emilio Lozoya Austin vino a cantar como jilguero en calidad de testigo colaborador bajo el criterio de oportunidad. El gobierno federal se tardó una semana a partir de su extradición, en filtrar las primeras declaraciones del otrora súper operador de Enrique Peña Nieto. Y salpicó hacia todos lados.
Indignados, panistas y priístas tratan de lavarse las manos y acusan la utilización mediática de un caso que para ellos no tiene asideras a partir de “los dichos de un delincuente”.
Igualito a la forma de operar cuando fueron gobierno. Idéntico.
El asunto es ver hasta dónde dan las investigaciones y quiénes aparecen en las supuestas grabaciones. Los rumores, por cierto, están a todo lo que dan. Es más, se asegura que entre los señalados, el menos preocupado es el queretano Ricardo Anaya Cortés. En todo caso, comentan las lenguas queretanas, que se cuiden Miguel Martínez Peñaloza y Antonio Rangel, que porque eran los encargados por el Joven Maravilla de atender ese tipo de temas.
No lo sé de cierto, pero me parece que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene en claro que quizá este asunto no se resuelva legalmente antes del 6 del junio de 2021; es más, tal vez no logre meter a la cárcel a los aludidos por Lozoya. Los delitos presuntamente se cometieron en 2013 y además la reforma anticorrupción se legisló ya en el gobierno lopezobradorista y la ley no puede aplicarse de forma retroactiva.
Pero supongo que eso es lo que menos debe importarle al mandatario.
Lo que su equipo busca con esto, más bien, es la exhibición mediática que le permita a Morena transitar el 6 de junio de una forma menos complicada. Es decir, negociar la no exhibición de los supuestos videos, a cambio de que, por ejemplo, gobernadores como Francisco Domínguez Servién bajen los brazos de aquí al proceso electoral. O que de plano entreguen la plaza con todo y diputaciones federales.
Es decir, la forma de hacer política sigue siendo la misma: Así ganó la elección de Querétaro el terrateniente de Huimilpan. Él lo sabe.
De hecho, parte del dinero de su campaña llegó a estas tierras desde las oficinas del entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, hoy implicado en la maraña de Lozoya Austin. La traición del PRI de Peña Nieto al candidato Roberto Loyola, también pasó por Palacio de la Corregidora, misma que fue pagada con la Sagarpa.
¿Por qué tendría que ser distinto ahora?
Lo cierto es que aquí ya no cabe el discurso de honestidad de Pancho Domínguez. Eso que decía que era un empresario metido a político y que su patrimonio venía de generaciones. Que no permitirían que mancharan su apellido.
¡Por favor! En Querétaro todos nos conocemos y sabemos de dónde viene el dinero de cada familia. Él era dueño de una granja de puercos. No del emporio que hoy ostenta.
En fin, que llegó la hora de aceptar cada quien las consecuencias de sus acciones, de sus ambiciones.
Y no solo es Domínguez Servién. No. También están por ahí otros. Marcos Aguilar Vega y algunos destacados priístas, de los que iremos escribiendo esta semana.
No nos vamos a aburrir.
-OÍDO EN EL 1810-
El financiero.
Uno de los hilos que comenzará a jalar el gobierno federal será el de los gasoductos. Otro negociazo auspiciado por Felipe Calderón y Enrique Peña. La madeja podría llegar hasta Pancho Domínguez y otros integrantes de las comisiones de Energía en el senado y la Cámara de Diputados federal de 2012 a 2015. Y en una de esas llegan hasta uno de los empresarios del gas que – según han dicho ellos mismos- los promovió para participar en las hoy famosas comisiones.
¿Será?
-¡PREEEPAREN!-
Antecedente.
Pocos lo recuerdan pero el nuevo secretario de Comunicaciones y Transportes del gobierno federal, Jorge Arganiz, estuvo aquí en 2012, de parte de López Obrador, claro, para apoyar su candidatura presidencial, el año en que ganó Enrique Peña Nieto.
¿Te acuerdas Sinuhé Piedragil?
¡Ah, la memoria!
-¡AAAPUNTEN!-
Borbollagate.
A Querétaro fue derivado el litigio Yeidckol Polevnsky, la ex dirigente nacional de Morena, a el actual comité acusa de haberle transferido casi 400 millones de pesos al empresario local Enrique Borbolla la noche del 31 de diciembre del 2019.
Tiene razón, Pepe Fonseca, los ricos no son como uno.
Gracias a Dios.
-¡FUEGO!-
Lozoyogate.
Como dice Sabina: Lo niegan todo, incluso la verdad.
¡Porca Miseria!