La madrugada del 20 de agosto la vida de Alma dio un giro drástico. Es una de las miles de víctimas víctimas de la violencia física que padecen las mujeres en Querétaro. A ella no la violentó un hombre; Fue otra mujer, su vecina quien ha intentado matarla. En plática con Plaza de Armas, Alma señaló que previo al hecho, trabajaba como mesera en un centro nocturno de la capital.
Al término de una cansada jornada en el antro, Alma está cerca de llegar a casa y guarda en su mochila el gas lacrimógeno que carga en el pantalón para protegerse. Momentos después es abordada por una mujer a la que no logra identificar en la oscuridad “Vi a una señora sentada en uno de los árboles. No me dio miedo. Se paró y dijo a ti te estaba esperando. ¿Tú eres la esposa del señor Guillermo?. A lo que respondí que no, no conozco a ningún Guillermo, ni siquiera tengo novio”.
Lo último que Alma escuchó fue a la mujer consignar que Agustín había matado a sus hijos y que en venganza, ella la mataría. Ana relata que sin dar tiempo a más, se le abalanzó con cuchillo en mano y trató de apuñalarla. Aún cuando vecinos y vigilantes del condominio intervinieron, la desquiciada mujer le provocó heridas en todo el cuerpo e incluso estuvo a punto de cortarle uno de sus dedos “No se como acabó encima de mi y sacó un cuchillo. Me empezó a atacar”.
Alma Zozaya recuerda que en aquél instante, rogaba a la mujer que se detuviera. Le gritaba que tenía una hija pequeña y sin embargo nada parecía contener la ira de su victimaria. Para cuando el vigilante del condominio y un vecino se la quitaron de encima, Alma pudo correr a refugiarse en el baño del vigilante.
Para cuando llegaron los uniformados de la SSPM a intervenir, le aseguraron que al no haber una denuncia ante Fiscalía, no podían proceder en su contra. Fue entonces cuando supo que su atacante era una residente del mismo condominio, que tenía dos hijos y que de ninguna manera habían sido asesinados “Solo estaba pasando por mucho estrés” justificó el papá de la agresora.
Tras haber recibido una transfusión de sangre, Alma Zozaya procedió a presentar su denuncia en Fiscalía donde se abrió una carpeta de investigación por tentativa de homicidio. De entonces a la fecha, nada ha ocurrido con su agresora identificada como Lisania “C” quien se encuentra libre y sin afrontar ningún tipo de medida “Se fue a vivir con el papá. El señor nos buscó y aunque en un principio prometió que se haría cargo de los daños, luego rectificó y dijo que la teníamos que entender. Que solo pasaba por un mal momento. Tengo miedo porque al final del día ella sigue siendo vecina y aunque en el edificio le prohibieron la entrada, no pasa nada. Me impresiona el hecho de que no haya sido aprendida”.
Como resultado de los ataques, Alma perdió sensibilidad en dedos de la mano izquierda y lesiones en la mano derecha, además de cicatrices en el rostro. Lo anterior, le ha dificultado conseguir otro trabajo. Angustiada, refirió ser la proveedora principal en su hogar “No siento apoyo de las autoridades. No se que va a pasar. Si la van a meter a la cárcel o a un hospital”.
Alma asegura haber entregado todas las pruebas de la agresión en su contra a la Fiscalía; Videos de cámaras de seguridad donde se observa a la atacante esconder el cuchillo en la tolva de una camioneta después del ataque; Testimonios del personal de seguridad y vecinos del sitio, fotografías y declaraciones y aún así, acusa que su denuncia no ha procedido. No hay medidas de protección para ella ni restricciones a la agresora. También expresa a Plaza de Armas su temor de toparse con su agresora en la calle.
Alma Zozaya amplió su declaración ante la Fiscalía y están a la espera de los avances de su caso. Por parte de la Defensoría de los Derechos Humanos, se ha gestionado que le den medidas de seguridad.