En 1962, en la “Vieja Delhi fétida Delhi”, Octavio Paz conoció a Marie José Tramini. Ella dice a Ana Cecilia Terrazas:
“¡Es mejor esposo que escritor!”
El gobierno abre el Fideicomiso Marie José y Octavio Paz, en una casa de Tacuba. Pregunta: por qué lleva el nombre de los dos, ¿por el fideicomiso o porque se le considera a ella una artista visual? Marillo, como decía el poeta, empezó a crear collages a finales de los 80. En 1990 participa por primera vez en una exposición colectiva, donde el centro de la muestra eran Los privilegios de la vista, de Octavio Paz.
Intentó la poesía por influencia de él. Dice Marie José a Ana Cecilia Terrazas: “fue un desastre… preferí buscar otro camino. No me arrepiento”.
No conozco la casa de Paz pero se informó que contiene su obra, biblioteca, archivos y documentos, junto al arte de varios artistas, entre ellos Marie José. Leí que se anunció como “Casa Marie José y Octavio Paz”, en ese orden. A veces lo políticamente correcto enturbia la realidad. Duele decirlo y ser incorrecto pero cualquier visitante extranjero —incluso mexicano—, irá a esa casa por el poeta, no por la esposa.
Marie José era una mujer empática, a primera impresión. Los que la conocieron a fondo saben de su fuerza y debilidades. Es pública la desavenencia entre ella y Guillermo Sheridan cuando el matrimonio vivía en Coyoacán, en la Fundación Octavio Paz —creada en 1997, que naufragó pocos años después de su muerte, en 1998—. Ella muere en 2018 y desde entonces se ha intentado rescatar la obra del nobel mexicano porque no quedó testamento por ninguna de las partes. Un camino tortuoso que hoy parece final feliz.
Insisto que la llamaremos “La casa de Octavio Paz”, a pesar de sustentar ¿oficialmente? también el nombre de ella. No porque se le menosprecie. La casa de García Márquez no lleva el nombre de Mercedes Barcha. O el Anahuacalli de Diego Rivera y la Casa Azul de Frida Kahlo, que viven separados. ¿Por qué entonces “Marie José y Octavio Paz”?, ¿un misterio de corrección con perspectiva de género? Ojalá no. Más que a nadie, es una falta de respeto a la figura de la artista plástica, Marie José Tramini, a la que falta reconocimiento por su labor creadora. ¿Sí o no?