En días pasados se conocieron aquí algunas de las maniobras de la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México la cual está envuelta en los inocultables hedores de la sospecha. Hasta ahora.
Esta es una carta enviada a la doctora Claudia Sheinbaum cuando era jefa (con A) de Gobierno de la CDMX y no presidenta (con A) de los EUM. Como suele suceder con el derecho constitucional de petición, la carta nunca fue atendida, ni respondida.
“Doctora Sheinbaum:
“Sorprende la insistencia del arquitecto Agustín Escudero, funcionario de la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México, para que los propietarios de bienes inmuebles aceptemos proyectos de reforzamiento o de reconstrucción de edificios, aun cuando no esté demostrado que requieran intervenciones mayores.
“El edificio de Campeche 419, colonia Condesa, no presenta riesgo según los estudios que se han practicado a nuestra costa.
“Sin embargo, alguien decidió que el inmueble era de riesgo medio y ahí lo mantienen las autoridades respectivas, pese a que algunos propietarios acudimos a las oficinas de la citada Comisión y demostramos que el edificio no tenía daño estructural y que por lo tanto no era aceptable la clasificación que arbitrariamente se le impuso.
“Por supuesto, a partir de esa arbitrariedad se ha venido insistiendo en la necesidad de intervenir la construcción, pues pudiera tener daños en caso de un sismo de gran magnitud. Lo anterior resulta inaceptable porque en el mismo caso está la abrumadora mayoría de las edificaciones capitalinas. Si sobreviniera un terremoto devastador, nuestro edificio y cualesquiera otros registrarían graves daños
“En la tarea de convencer a los condóminos de Campeche 419, han intervenido el ingeniero José Nolasco, ahora el ingeniero Agustín Escudero y otros funcionarios, quienes han planteado las cosas como de urgente resolución y ha prometido una ayuda del gobierno de la ciudad hasta por un monto de 350 mil pesos por “unidad privativa” (?), lo que debemos suponer que es cada departamento.
“Tanta largueza mostrada por el arquitecto Escudero permite suponer que el gobierno dispone de recursos ilimitados para la reconstrucción y hasta para las obras que no son indispensables, pero los hechos desmienten esa falsa generosidad, pues abundan las construcciones que requieren, esas sí, reparaciones urgentes y se han demolido edificios sin que después de dos años se sepa cuándo se iniciará la construcción de un nuevo inmueble en el mismo predio.
“La razón es obvia: los recursos públicos son insuficientes para ese fin, pues en diversos puntos de la ciudad todavía hay familias que viven en la calle, pese a que tienen niños o personas de la tercera edad que requieren de un techo digno de ese nombre.
“Puede entenderse que su gobierno carezca de suficiente personal calificado, pero resulta por lo menos sospechoso que en la insistencia de aceptar la ayuda del GDF intervengan particulares que, supongo, están a su servicio, como el ingeniero José Nolasco o el también ingeniero Teodolfo Martínez, quien nos presentó un presunto estudio (el segundo) con el logotipo del gobierno de la ciudad y la sigla GPIC (Grupo Profesional en Ingeniería Civil), del que es director general el propio ingeniero Teodolfo Martínez Toledano, juez y parte en nuestro caso, pues encabeza una empresa privada a la que, con la información de que dispone, seguramente le interesa hacer negocios de manera directa o mediante firmas con las que tiene relaciones.
“El arquitecto Escudero instó a los propietarios de Campeche 419 a resolver en breve la aprobación al proyecto de obras que nos presentó, obras que, como está dicho, no resultan indispensables, pero que, de realizarse, obligarían a desalojar los departamentos, según el propio Escudero, de ocho a diez meses (antes había dicho que un año y hasta más).
“En suma, la generosa insistencia para que aceptemos el proyecto de GPIC y dinero proveniente de nuestros impuestos, no sólo resulta sospechosa, sino que es ofensiva para los habitantes de la ciudad que están en la calle o que viven en condiciones precarias.
“Ojalá pueda usted intervenir con el fin de evitar eventuales corruptelas y un empleo inadecuado de los fondos públicos.
“Atentamente:
“Humberto Musacchio”
Colorín, colorado.