- Senado, fue semillero de gobernadores
- Las encuestas y tómbolas de Morena
- Movimiento de Mayo de UAQ; 45 años
- Próximamente box en el Panchódromo

Foto: Especial
BLANCAS Y NEGRAS.
Semillero
Así se consideró siempre al Senado: cuna de gobernadores de Querétaro. Seis de los últimos ocho electos vinieron de la Cámara Alta, de Camacho a Kuri, pasando por Palacios, Burgos, Calzada y Domínguez.
Hoy, ciertamente, la pelea #EsAgustín (Dorantes) del PAN y, tema de género mediante, Lupita Murguía (que ayer se autodescartó) y la morenista Beatriz Robles, pero no encabezan -independientemente de sus méritos- las preferencias electorales para el 2027.
Ahora las candidaturas se construyen en las pistas locales, como ocurrió con los gobernadores Ignacio Loyola, un empresario sin antecedentes políticos y Paco Garrido, ex alcalde capitalino y dirigente estatal del PAN.
En esa lógica están la mayoría de los aspirantes panistas: Luis Nava, Felifer Macías, Marco del Prete, Chepe Guerrero y Rodrigo Monsalvo. Y si gusta agregar a la diputada federal Lorena García Alcocer.
Está fuera de los análisis comunes el muy brillante Ricardo Anaya Cortés, hoy coordinador de la bancada del PAN en el Senado, quien -se insiste repetirá como candidato a la Presidencia, pero está en el registro de los servicios de inteligencia federales y podría explicar la excitación y nerviosismo del anterior gobernador al que ya están considerando prohibir el acceso a los principales restaurantes.
Con Anaya, si él quisiera, podría recuperarse la definición del Senado como semillero de gobernadores queretanos, pero se considera pieza clave en el proyecto del alcalde capitalino Felifer Macías que se ha consolidado en las preferencias locales en menos de ocho meses como presidente municipal. En, fin, ya veremos.
Morena se cuece aparte con Santiago Nieto, Gilberto Herrera, Luis Humberto Fernández, Sinuhé Piedragil y hasta Chema Tapia de muy reciente historia queretana o el verde Ricardo Astudillo que busca liderar la alianza de la 4T. Ahí las cosas se deciden por tómbolas más misteriosas e impredecibles que los cónclaves en el Vaticano.
Y en lo que queda del PRI, gracias a Alito, solo hay una carta sobreviviente: Mario Calzada Mercado, diputado federal y ex presidente municipal de El Marqués.
-EL HISTORIETARIO-
De memoria.
Hace 45 años, que se cumplieron ayer, estalló el conflicto estudiantil más grave del Querétaro moderno, el de mayo de 80, siendo gobernador el recio Rafael Camacho Guzmán, con siete meses y ocho días en el poder.
Todo comenzó en la Normal del Estado en donde los estudiantes pedían una biblioteca y un camión para sus prácticas, sin que nadie les hiciera caso, en virtud de lo cual decidieron aprovechar la asistencia del presidente José López Portillo a la asamblea nacional del STIRT, el sindicato de la radio y televisión, del que Camacho era el líder moral y este columnista secretario general de la sección anfitriona.
Los normalistas, liderados por J. Dolores González -hoy abogado morenista- pretendieron detener el vehículo del primer mandatario a su paso por la avenida Corregidora, en donde fueron interceptados y golpeados por la policía que los correteó hasta dentro de la Prepa Sur de la UAQ.
A partir de esos hechos, el rector Mariano Palacios Alcocer, convocó al Consejo Universitario para informar que fue violada la autonomía.
El conflicto incluyó marchas multitudinarias nunca antes vistas en Querétaro –desde el Cerro de las Campanas hasta el Jardín Obregón, hoy Zenea, pasando por el Palacio de Gobierno, entonces ubicado en Madero 70.
Y lo peor, el paro en nuestra máxima casa de estudios por tres semanas, del 8 al 24 de mayo, hasta que intervino el poder federal a través del secretario de Gobernación, Enrique Olivares Santana.
Más a fuerzas que de ganas, Rafael Camacho Guzmán atendió no solamente las demandas originales de los normalistas, sino el cese de una decena de funcionarios encabezados por la primera y única procuradora de la historia local, Hilda Martha Ybarra y el subjefe de la Judicial, Manuel Susunaga con sus principales colaboradores.
Lo paradójico de todo esto, me refiero al movimiento de mayo de 80, es que el entonces rector Mariano Palacios Alcocer se convertiría cinco años después en el sucesor de Rafael Camacho Guzmán.
La política es así.

Foto: Revista Querétaro
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Sentencia.
Van a tener frío quienes se vayan de Morena: Gisela Sánchez Díaz de León, presidenta estatal de Morena.
A pesar del calorón.
-JUGADA FINAL-
“Canelito”.
Al ex gobernador que mejor debería de organizar sus peleas en el Panchodom, un rupestre ¡Jaque Mate!
