La policía canadiense informó el lunes que arrestó a dos sospechosos de un ataque a tiros contra una mezquita en la ciudad de Quebec, que dejó seis personas muertas.
El primer ministro de Canadá describió el atentado durante las oraciones nocturnas del domingo como un acto de terrorismo. Entre los detenidos hay uno que llamó al número de emergencias 911 para decir que estaba armado y dispuesto a entregarse.
Más de 50 personas se encontraban en el Centro Cultural Islámico de Quebec cuando ocurrió el ataque el domingo en la noche.
Además de las seis personas que murieron, cinco se encontraban en condición crítica y 12 sufrieron heridas menores, dijo el lunes la portavoz del Centro de Hospitales de la Universidad de Quebec, Genevieve Dupuis.
Los fallecidos tenían entre 35 y 65 años.
Uno de los sospechosos fue arrestado en el lugar y otro en su vehículo en un puente cerca de d’Orleans, desde donde llamó al 911 para decir que deseaba cooperar con la policía.
La policía descarta que haya más sospechosos implicados aunque continúa las investigaciones.
La policía se abstuvo de conjeturar sobre algún posible motivo del ataque e informó que los detenidos tienen más de 25 años o poco más de 30 años. No hay antecedentes policiales sobre ellos.
Las autoridades identificaron a los agresores como Alexandre Bissonnette y Mohamed el Khadir.
El primer ministro Justin Trudeau y el premier de Quebec, Philippe Couillard, coincidieron en señalar el ataque como un acto terrorista.
El ataque tuvo lugar en momentos de exacerbación de las tensiones en el mundo a causa de la prohibición que impuso el presidente Donald Trump a que personas viajen a Estados Unidos desde varias naciones islámicas.
“Condenamos este ataque terrorista contra musulmanes en un centro de adoración y refugio”, afirmó Trudeau en un comunicado.
“Es desgarrador ver este tipo de actos de violencia sin sentido. La diversidad es nuestra fortaleza y la tolerancia religiosa es un valor que como canadienses valoramos demasiado.
“Los musulmanes-canadienses son parte importante de nuestro tejido nacional, y estos actos sin sentido no tienen cabida en nuestras comunidades, ciudades y país”, agregó.